Muchas personas en su vida diaria son sometidas al estrés oxidativo provocado por la mala alimentación, el ejercicio físico intenso, el estrés excesivo, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las infecciones y la sobreexposición al sol, que genera radicales libres que oxidan nuestras células degenerándolas. Esta degeneración celular con alteraciones en la composición del ADN nuclear, perjudica el normal funcionamiento de las estructuras celulares como mitocondrias, lisosomas, etc., acelera el proceso de envejecimiento y la aparición de enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer, las cardiopatías, la artrosis, la degeneración macular, las cataratas, las enfermedades neurodegenerativas, etc.
Los antioxidantes son sustancias que actúan neutralizando la acción perjudicial de los radicales libres sobre nuestras células. Pueden ser vitaminas como las vitaminas A, E y C, enzimas como el glutatión, la que se pueden consumir con los alimentos y con los suplementos que se venden en herbolarios y farmacias.
Qué es la coenzima Q10
La coenzima es una enzima antioxidante liposoluble que el organismo produce de manera natural en las células y éstas lo utilizan para su crecimiento, mantenimiento y para protegerse del daño causado por los radicales libres. Este coenzima o pequeña molécula se une a una enzima penetra en la membrana de las mitocondrias celulares produciendo ATP que suministra la energía necesaria para el funcionamiento de todos los procesos celulares, como la contracción y relajación de los músculos, y el buen funcionamiento de los órganos internos.La coenzima Q10 desempeña una función esencial en la generación de energía para las funciones vitales y contribuye a transformar los nutrientes que ingerimos en energía.
Se puede consumir con algunos alimentos como los cereales integrales, las carnes rojas como ternera, cordero, buey, cerdo; las carnes blancas como pollo, pavo; las vísceras como hígado, corazón y riñones de animales. También está presente en los pescados azules como las sardinas, truchas, atún y anchoas, las frutas como las naranjas y las fresas y las hortalizas: espinacas, zanahorias, coliflor y brócoli, los frutos secos como pistachos, nueces y cacahuetes.
Los niveles de este enzima son elevados durante nuestros primeros años de vida pero disminuyen a medida que avanza el envejecimiento, con el estrés continuado y con el consumo de ciertos medicamentos y de tabaco.
A partir de los 40-50 años de edad puede ser necesario el consumo de coenzima Q10 en forma de comprimidos como suplemento. Sus dosis son desde 30 a 100 mg.
Razones para la disminución de la coenzima Q10
Los niveles de coenzima Q10 disminuyen por varias razones:Aporte insuficiente en la dieta cuando no se cubren sus necesidades con los alimentos que ingerimos.
Déficit de producción interna de coenzima Q10 en nuestras células por enfermedades y agresiones continuas.
Efectos secundarios de ciertos fármacos como las estatinas que inhiben la producción interna de esas moléculas.
Esta enzima disminuye su concentración plasmática con la edad y su carencia ocasiona enfermedades como cardiopatías, insuficiencia cardiaca, valvulopatías, hipertensión arterial y problemas neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson y las migrañas.
Beneficios del consumo de la coenzima Q10
El consumo de coenzima Q10 aporta como beneficios:Frena el envejecimiento y ayuda a reducir el estrés oxidativo celular en las personas mayores
Alivia los dolores de las migrañas porque mejora la función mitocondrial anormal que provoca el aumento de la absorción del calcio en las células y la producción excesiva de radicales libres, y la disminución de la protección antioxidante.
Combate el cansancio porque favorece la oxigenación de los tejidos, la resistencia al esfuerzo y a la función cardíaca y mejora la tolerancia al ejercicio físico en las personas sedentarias.
Previene y cura la insuficiencia cardíaca provocada por insuficiencia coronaria, afecciones valvulares e hipertensión arterial. El suministro de coenzima Q10 durante 2 años redujo los síntomas y el riesgo de morir de estas personas.
Evita la aterosclerosis por su acción liposoluble y tiene efectos antihipertensivos.
Nos protege contra el cáncer. Los pacientes cancerosos tienen un nivel más bajo de coenzima Q10 que se asocian a un riesgo mayor para contraer cáncer, porque esta enzima antioxidante protege a las células de los daños oxidativos causados por la acción perjudicial de los radicales libres.
Evita las enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson y el corea de Huntington, y es debido a su acción oxidativa que impide que los radicales libres degeneren las células cerebrales.
Mejora la función muscular y el rendimiento de los deportistas, se indica en personas con miopatías.
Potencia nuestro sistema inmune protegiéndonos contra infecciones y cáncer.
Combate la gingivitis o inflamación gingival.
Favorece la fertilidad masculina porque mejoran la movilidad del esperma.
Potencia la actividad de las vitaminas A, C y E, cuyos efectos antioxidantes benefician mucho a nuestro organismo.
Protege nuestra vista porque colabora en la prevención de la degeneración macular y el glaucoma.
Regenera nuestra piel manteniéndola más sana y elástica.
Es necesario consumir coenzima Q10 a partir de los 45 años de edad para mantener unos niveles plasmáticos adecuados para el correcto funcionamiento de nuestras células y evitar que empeore nuestra salud y aparezcan cardiopatías, enfermedades neurodegenerativas, cáncer y otras enfermedades. Se puede aumentar su consumo mediante suplementos e ingiriendo alimentos ricos en coenzima Q10.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.