Esta semana todos los canales de facilisimo.com la estamos dedicando a una de las etapas más bonitas de la vida: al Embarazo. Si ayer tocó un completo reportaje sobre los beneficios del Método Pilates en el embarazo, hoy me gustaría escribir sobre un problema que no todo el mundo conoce pero que preocupa mucho a las embarazas: la incompatibilidad Rh. Como es bien conocido por la mayoría, existen una diversidad finita de grupos sanguíneos, los cuales son: A, B, O y AB. Ahora bien, estos grupos pueden poseer favor positivo o negativo. El Rh por su parte, es una proteína presente en los glóbulos rojos. La mayoría tenemos Rh positivo (Rh+), es decir, tenemos un factor Rh, aunque hay quien no lo tiene (Rh- o Rh negativo). Como seguro ya habréis imaginado, el Rh se hereda a través de los genes.
Durante el embarazo, y principalmente durante el parto, el torrente sanguíneo del bebé puede pasar al de la madre. En consecuencia, si la mujer posee Rh negativo y, por su parte, su futuro hijo es Rh positivo, significa que hay una posibilidad de que el torrente sanguíneo de la madre cree anticuerpos (también conocidos como proteínas) contra la sangre del feto.
Usualmente, este escenario no general inconvenientes catastróficos si la madre es primeriza, sin embargo, en los subsiguientes partos el nivel de probabilidades de que se generen problemáticas motivo al escenario antes expuesto aumenta considerablemente. Esto es así porque los anticuerpos una vez formados permanecen en el cuerpo de la mujer, pudiendo provocar enfermedad hemolítica del neonato por Rh al bebé a través de la placenta, lo que a su vez puede ocasionar una anemia seria.
A través de unos análisis de sangre se puede saber si la mujer es Rh negativo y si ha producido anticuerpos. Además, gracias a las inyecciones de inmunoglobulina Rh esto puede impedirse.
¿Sabías que se podía dar este problema durante el embarazo?
Imágenes (por orden de aparición): mhogan35/Flickr y tabitum/Flickr.
Fuente: MedlinePlus.