Flujo vaginal de color rojo amapola o secreción mucosa con estrías sanguinolentas: este generalmente es un signo de erosión cervical, cervicitis o micro-fisuras en la vagina. A menudo aparece después del coito.
Flujo vaginal del color blanco: indica candidiasis urogenital, huele a leche agria o pan, su presencia aumenta antes de la menstruación y después de un coito. Este tipo de descarga causa picazón y ardor en la vagina.
Flujo vaginal espumoso con apariencia de pus: ocurre en las mujeres que están infectadas con tricomoniasis colpitis. Esta secreción es acuosa y abundante con olor desagradable. Los síntomas adicionales pueden incluir edema de la membrana mucosa de la vagina, picazón y sensación de ardor, dolor abdominal bajo y trastornos del sueño. Si el tracto urinario está infectado, la mujer experimenta picazón y dolor al orinar.
Flujo vaginal marrón: puede producirse debido a una serie de causas, tales como desequilibrio hormonal, pólipos, la hiperplasia endometrial, histeromioma o la endometriosis. Estas son todas las condiciones graves, que necesitan ser tratadas con urgencia. La endometritis, por ejemplo, puede causar abortos involuntarios, debido a que un endometrio poco saludable rechaza la implantación de los fetos, por lo tanto, trastornos como este en ocasiones conducen a la infertilidad. Por otra parte, si la mujer comienza a tomar pastillas anticonceptivas, durante los primeros meses puede experimentar algunas manchas marrones antes de su período y esto está dentro de lo normal.
Flujo vaginal amarillento o verdosa: indica que existe alguna infección de transmisión sexual o enfermedad crónica del útero y sus apéndices. Generalmente este flujo tiene olor desagradable.
Bueno, esperamos que este resumen sirva para ayudarte a conocer qué significan los tipos de flujo más comunes, antes de la menstruación. Así puede tener una idea sobre algún trastorno puedes estar sufriendo o, por el contrario, librarte de las preocupaciones.
Recuerda que la última palabra al respecto siempre la tiene un especialista. Si los síntomas persisten y te sientes angustiada, no dudes en solicitar atención médica.