Flujo blanco y retraso menstrual
Un retraso menstrual puede deberse a múltiples causas y todos pueden o no, estar acompañado de flujo blanco, ya que todas las mujeres no tienen el mismo comportamiento. En primer lugar, se considera un retraso mensual cuando se ha superado los cinco días de la fecha en que se espera, es decir, a los 28 días después de la última regla, si los ciclos son regulares.
Algunos de las causas pueden ser:
Embarazo
Algunos ciclos de menstruación que varían entre 25 y 32 días
Un retraso también puede estar relacionado con un trastorno hormonal
En algunas mujeres, un cambio en el clima, un viaje o una emoción fuerte, puede ser suficiente para alterar el ciclo de menstruación
Después de dejar de tomar la píldora, los siguientes doce meses, puede verse varios retrasos en las reglas
Una pérdida de peso significativa también puede provocar retrasos o ausencia de las reglas.
Cuando hay un retraso por algunas de estas razones, el flujo blanco siempre va a estar presente. Por ejemplo, si existe un simple retraso porque el ciclo está alterado, en los días cerca de la menstruación, es normal observar un flujo blanco espeso y de color más oscuro que lo habitual.
Cuando existe un retraso de menstruación debido a una fertilización de un óvulo, es muy común encontrar un aumento significativo de flujo blanco durante los primeros días del embarazo. Este flujo tiene un aspecto lechoso, un poco más grueso y no tiene olor.
Esto quiere decir, que no hay motivos para alarmarse cuando se presenta flujo blanco y retraso menstrual al mismo tiempo, a no ser que el flujo se acompañe de otros síntomas, como picazón, ardor o mal olor.
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