Para conservar el equilibrio, debemos mantener unido lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo conocido y lo desconocido, lo temporal y lo eterno, lo antiguo y lo nuevo… John O"Donohue
El equilibrio es un rompecabezas formado por la totalidad de lo que es el ser humano, su inter relación consigo mismo y con todo lo que le rodea… con todo lo que hace o deja de hacer.
Hoy compartiré contigo esta reflexión sobre lo que podría ser para unos un medio, un fin en sí mismo para algunos o un estado mental para otros.
A fin de cuentas, sea lo que sea para cada cual, es igual de vital para cualquier logro… por eso es bien llamado…Equilibrio.
La balanza dentro y fuera…
Muchas veces nos encontramos en medio de cualquier cantidad de situaciones.
Compromisos, responsabilidades en el hogar, el trabajo, los estudios y la vida como tal.
La pregunta es: ¿Y la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos? De sentirnos bien y en paz, allí dentro de nosotros, ¿dónde queda?
¿A quién le diremos: dame cuentas sobre mí y cómo me siento, dame cuentas sobre la vida que llevo y sobre lo que no me gusta de mi vida?... ¿A quién podremos pedir cuentas que no sea a nosotros mismos?
En estos tiempos todo va tan acelerado y nosotros estamos tan enganchados con esa carrera, que no reparamos en que vamos soltando en el camino lo que es más importante a final de cuentas… haber podido hacer el recorrido sin habernos perdido a nosotros mismos en ese camino.
¿Cómo saber a tiempo que estamos cayendo en condición de desequilibrio?...
Simple… sentiremos que todo está fuera de orden dentro de nosotros: las ideas y pensamientos, las emociones…
Y como resultado, lo que hacemos pareciera diluirse en la nada a pesar de tanto esfuerzo.
Allí, afuera de nosotros, todo estará distinto a como quisiéramos que fuese.
Y si nos inquietamos por tanto desorden en vez de resolverlo, menos equilibrio habrá no sólo afuera sino, sobre todo, dentro de nosotros.
¿Qué hacer para estar en equilibrio o recuperarlo?
Lo primero es sincerarse consigo mismo… No pasa nada, será una conversación más que privada entre tú y tú mismo.
Será necesario reconocer, si así lo fuese, que no estamos bien dentro de nosotros y que el reflejo de lo que estamos experimentando internamente es lo que estamos viendo afuera.
Lo peor que nos puede pasar al sincerarnos es que no podremos seguir auto engañándonos y, de seguir en la misma conducta, a nadie podremos responsabilizar de la falta de equilibrio… aunque insistamos en culpar a otros.
Lo siguiente es decidir lo que haremos para recuperar el equilibrio y actuar en función de eso.
Necesitaremos voluntad para cambiar lo que sea necesario cambiar
Y la dosis correspondiente de paciencia para comprender y saber que habrá que esforzarse tanto o más en lograr arreglar y ordenar todo, primero dentro de nosotros, para que lo de afuera vaya cambiando de forma y tonalidad.
Mágico equilibrio… un hilo de oro…
El sentido de equilibrio ha marcado el rumbo de todo cuanto existe.
Encontrarlo no implica una búsqueda hacia un lugar lejano ni distante.
El equilibrio se ejercita al igual que la voluntad, el amor y la sabiduría y además, está dentro de nosotros.
Está en el mejor acople que cada uno pueda hacer de su capacidad para amar, del esfuerzo por comprender y por distinguir lo bueno de lo que no lo es, de la fortaleza para avanzar y no desfallecer
El mundo, el planeta en que vivimos es el más grande ejemplo de equilibrio que tenemos a nuestro alcance... hace todo cuanto puede por mantener su equilibrio a pesar de nosotros.
Nuestro cuerpo, con sus órganos y sistemas, silenciosamente hace su trabajo y está allí dispuesto a dejar que veamos la magia que el equilibrio nos puede dar… aun cuando podamos tener una parte de él afectado o con ausencia de salud.
A veces, es necesario hacer silencio dentro de sí y darse la oportunidad de reencontramos dentro de nosotros,
Y hacer un alto en la carrera desenfrenada que tenemos nos puede ayudar a comprender que, más allá de sí mismo y justo a través del corazón, es donde está la perfecta conexión, el equilibrio entre lo visible e invisible, lo conocido y desconocido, lo temporal y lo eterno, lo antiguo y lo nuevo.
Entre lo que realmente somos en esencia y el camino que todavía nos queda por recorrer.
Nadie dice que vivir sea fácil, pero es la mejor oportunidad que tenemos para expandir nuestras alas… para crecer
Y mientras aprendemos a alzar el vuelo, nos vamos haciendo expertos en el amor, en la voluntad y la comprensión de todas las cosas…
¿Qué mejor equilibrio podríamos tener?
Entonces… ¿Dónde encontrar el equilibrio si no es dentro de ti?
Me despido deseándote días en que logres desafiarte y te pienses desde el equilibrio.
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Un gran abrazo… nos leemos en el próximo post.
Agradezco a Fotolia por las imágenes del post… J