Mamá, ¿cómo lo tengo que hacer para educar a mis hijos como tú lo has hecho conmigo? Quiero que mis hijos sean como yo.
Como podréis comprobar, educar en la autoestima se me está dando de miedo . Pero más allá de la evidencia, creo que pocas cosas me llenarán tanto de “orgulloysatisfacción” como MADRE que aquella frase dicha sin pensar, desde la inocencia de su adolescencia y la madurez que le han dado los años escalando montañas que llevamos.
Efectivamente, encontré mi trabajo perfecto hace ya quince años, y desde hace 6 conseguí un estupendo ascenso. Eso sí, cuando en mi currículum necesito exponer todas las tareas que requiere el puesto, les suelo poner una frase aclaratoria para justificarme.
Traductora.- Entender a la primera que el “frigorito habla” cuando la nevera se queda abierta, o explicar que “me duelen las bujetas” es lo normal después de haber saltado como una cabra durante toda la tarde.
Chófer.- Del trabajo a casa. Aparca. Al cole. Aparca. A ballet. Aparca. Uy la compra. Al súper. Aparca. Ahora llévame a casa de pipín que hemos quedado. Aparca. Y a mí al cumple de zetán. Aparca. ¿Quieres un café?. Aparca.
Asesora de moda.- Pídeme ropita en esta web. Necesito camisetas. Mami, no me valen los pitillos y me quiero poner pantalones cortos sin medias en pleno enero a menos diez grados. ¿Estoy guapa? ¿Me pega?
Cocinera.- Cuando hay dieta. Cuando sólo nos alimentamos de pasta y croquetas. Cuando la Thermomix® está a una velocidad cuchara de explotar. Cuando no hay nada decente y consigues escuchar “que rico, mami”
Profesora.- Con los deberes. Con las normas. Con la convivencia. Con la vida.
Payasa.- Esa que consigue hacer girar la rueda aunque sea cuadrada a carcajada limpia,a voz en grito, con el alma al aire.
Detective.- Que tal el examen? Que tal el cole? A que hora te vas? A que hora llegas? Cuándo? Cómo? Dónde? Por qué?
Enfermera, amiga, refugio, norma, destino, juez, árbitro.
https://youtu.be/2T_PyWTrq9Y
Aprendí de la mejor, mi madre, la que me arropa, me cuida, me entiende, me perdona. Por muy mal que lo haga, por mucho que me equivoque, por muy lejos que esté, por muy difícil que nos lo pongan. Siempre está, aunque a veces crea que se me olvida.
Te quiero, mamá. Yo también quiero que mis hijas sean como yo, porque me habré acercado un poquito a lo bien que lo haces conmigo, con nosotras.
Feliz día de la madre, a todas, estén aquí o arropándonos desde las nubes.
Os leo!