Como solución y en casos severos que afecten a la estética y funcionalidad se pueden realizar bajo prescripción del Odontólogo tratamientos tales como fundas, férulas, obturaciones o pulido dental. Es aquí, entonces, cuando el afectado debe tomar conciencia de los daños, analizar sus consecuencias y abandonarlo en la medida que le sea posible, pues todo tratamiento realizado sin abandono del hábito, sería un fracaso.
Cuando el problema afecta a los niños, puede deberse a alguna conducta imitativa o simple entretenimiento. En cualquier caso los padres deben prestar atención también a otras malas costumbres, como por ejemplo, morder los lápices, ya que suponen un desgaste dental mas grave.
Como siempre, mi consejo es acudir al especialista, que es en definitiva quien evaluará los daños y buscará el origen del problema. Aunque es importante que los padres estén informados para que puedan detectarlo y solucionarlo, ya que en la mayoría de los casos basta sólo con reeducar al niño.