Este ácido poliinsaturado reduce el riesgo de sufrir toda clase de enfermedades que están relacionadas con el corazón. Y por tanto también reduce el colesterol malo y previene la diabetes. Una alimentación equilibrada pasa por comer alimentos ricos en omega 3.
Además, recientes estudios apoyan estas tesis. Incluso en personas que ya tienen un elevado riesgo por los niveles excesivos de grasas o colesterol malo en la sangre. La última investigación, realizada por miembros del EpidStat Instituto en Seattle (Estados Unidos), así lo especifica y viene determinada por 18 ensayos en el que participaron 93.000 personas, con estudios centrados en dos omega 3: EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico).
Los responsables del estudio vieron que el consumo de omega 3 en los alimentos o suplementos disminuía en un 16% el riesgo de enfermedad cardiaca en personas con niveles altos de triglicéridos. Y un 14% en los pacientes con lipoproteína de baja densidad (LDL). En otros ensayos demostrados, los omega 3 se identificaron con una reducción del 18% en el riesgo de enfermedades del corazón.
Si bien los responsables de este estudio reconocen que los resultados de un análisis de datos sobre cerca de un millón de pacientes sugieren que muchas personas pueden beneficiarse de aumentar la cantidad de omega 3 que obtienen de comer pescado o tomar suplementos, pero que queda bastante por hacer.
En general, las principales fuentes de omega 3, aparte de en los pescados y mariscos, suelen encontrarse en frutas, semillas y algunos frutos secos. También en la yema de huevo, almendras, garbanzos, espinacas, fresas, soja, pepino, y muchos más.