Estas personas, convencidas de la inminencia del desastre dedican toda su vida y sus recursos a acumular alimentos y agua, a construir búnkers, a armarse para defender sus bienes, entrenarse en técnicas de supervivencia, hacerse con máscaras anti-gas, trajes anti radiación, etc. Familias enteras dedicando toda su vida a sobrevivir, entrenando a sus hijos para la lucha y la supervivencia, destinando toda su riqueza a hacer frente a un futuro desastre.
A partir de Estados Unidos, impulsado por la crisis económica, las teorías sobre el 2012 y los recientes desastres como tsunamis, huracanes, el accidente nuclear en Japón, etc. ha crecido hasta extenderse por todo el mundo. Especialmente en Japón, por el reciente desastre, cada vez hay más personas que se dedican a preparase para el fin del mundo.
Hasta tal punto llega esta obsesión, que los hay que dedican la mayor parte de su tiempo libre a hacer conservas, comprar alimentos o armas, para hacer frente a su propio Armageddon.
Como no, la sociedad de consumo ha reaccionado, viendo el filón comercial, para vender productos para "preppers", organizando ferias sobre el tema como la " Self Reliance Expo " , incluso China está invirtiendo fuerte en ese nuevo mercado a l"alza, con el miedo como motor de consumo.
Desde al punto de vista psicológico, se comportan como obsesivos compulsivos llevados por su delirio paranoico. En su preparación para mantenerse vivos, dejan de vivir la vida. Su fin del mundo ya lo viven ahora, cada día de sus vidas. Sintiendo el miedo en todo momento, temiendo lo que para ellos es inminente, preparándose para defenderse de los que, después de la catástrofe, intentarán saquear sus recursos.
Me pregunto si les vale la pena dejar de vivir para no morir. Además, desde el punto de vista estrictamente logístico, resistir unos meses o unos pocos años más que el resto, en un mundo desolado y en constante amenaza, tampoco me parece un escenario muy deseable, la verdad.Y acepto que todos esos desastres son posibles, pero no empezaré a sufrirlos ya hoy.
Y si eso os parece "muy loco" , preguntaros a cuantos conocéis que , estando sanos, viven como enfermos para no enfermar, cuantos convierten en un infierno la pareja por miedo a que se rompa o haya una infidelidad, a cuantos que viven como pobres teniendo recursos para ahorrar para el futuro, a cuantos que acumulan riquezas que no podrían disfrutar ni en cien vida, a cuentos que dejan de hacer lo que les gusta por miedo a que les ocurra cualquier cosa...
Por lo tanto, cuidemos de nosotros, cuidemos del planeta y del futuro de nuestros hijos, y al mismo tiempo disfrutemos el presente. Seamos responsables en lo que está en nuestra mano.
El miedo a perder algo bueno, convierte ese "algo" en una fuente de sufrimiento inmediata ¿o no es así?
Puede que lo más sensato sea vivir plenamente lo que tenemos, en lugar de morir por lo que podríamos perder.
Un abrazo.
Jordi Reviriego.
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