Seguro que te has identificado más de una vez con esta situación. Llega esa fecha en el calendario en la que decides que sí, que te vas a poner en forma. ¿Y qué es lo que pasa? Pues que empiezas muy animado, estás súper motivado para conseguir tus objetivos, vas viento en popa, pero de repente… Algo empieza a fallar y lo dejas. ¿Cuántas veces lo has dejado?
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La motivación no basta, necesitas disciplina.
Y es que, a pesar de lo que tendemos a creer, la motivación no es suficiente. Sólo con motivación no vas a conseguir tu objetivo de ponerse en forma. Necesitas más, necesitas disciplina.
Sin duda, la disciplina es lo que diferencia a los que lo consiguen de los que no. Pero tranquilo, que no cunda el pánico porque las buenas noticias es que la disciplina se puede entrenar, así que tú puedes tener esa disciplina que necesitas para lograr todo lo que te propongas.
Como entrenar la disciplina
Para empezar a trabajar tu disciplina tienes que comenzar buscando victorias pequeñas que seas capaz de conseguir.
Ya hemos hablado en muchas ocasiones de esto de las pequeñas victorias y de que hay que celebrarlas. Ya sabes que te tienes que poner una lista de los objetivos, te tienes que marcar objetivos a corto, medio y largo plazo.
¿Qué no sabes por dónde empezar en tus listas de objetivos? Bien, pues tienes que buscar una victoria que sea fácil de conseguir pero que sea clave para que consigas tu objetivo final.
Te voy a dar algunos ejemplos para que lo tengas más claro.
Objetivos para entrenar la disciplina
Un objetivo puede ser dar 10.000 pasos diarios. No hace falta que los des todos seguidos, pero 10.000 pasos es la cantidad mínima que la organización mundial de la salud recomienda para ser una persona saludable, así que empieza a pasear más.
Otro reto que te puedes marcar es empezar a comer verduras en todas tus comidas. No hace falta que sean grandes cantidades de comida en todos tus platos, simplemente empieza a introducirlas. Por ejemplo, toma ensalada o hazte un pequeño salteado para acompañar a tus filetes, eso te va a ayudar.
También te puedes poner como objetivo empezar a tomar al menos una pieza de fruta al día. Una manzana, una rodaja de melón, una pera, lo que a ti te más te guste, pero come fruta.
Otro pequeño reto que te puede acercar a tu objetivo de poner de forma es cambiar el ascensor por las escaleras. Intenta hacerlo al menos dos veces al día, ya verás como tus piernas y tu trasero lo agradecen.
Y si todavía no haces ejercicios de fuerza es el momento de que te plantees empezar a hacerlo. Empieza a hacer ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana. Si te quieres poner en forma, si quieres conseguir un cuerpo bonito, hacer ejercicios de fuerza es una parte fundamental de la ecuación.
Y después…
Una vez que ya hayas conseguido tener la disciplina suficiente para conseguir estos pequeños objetivos, estas pequeñas metas, ya es el momento de empezar a plantearte retos más exigentes.
Pero tienes que tener muy, pero que muy claro, que el primer paso para alcanzar el éxito, lo más importante para tu camino al éxito es empezar. Si no empiezas no vas a conseguir nada.
Empieza.
Cuando empieces te vas a encontrar con muchas dificultades. Habrá días que falles, pero fallar no te debe preocupar.
Todos fallamos alguna vez, a todos en algún momento nos falta la motivación para hacer un entrenamiento, o nos saltamos la dieta. No pasa nada.
Lo que sí que es muy importante es que no te permitas no cumplir tus objetivos más de dos días seguidos. Si un día por lo que sea, te saltas la dieta al día siguiente cúmplela. O si un día le saltas el entrenamiento, al día siguiente entrena.
Si sigues insistiendo, si te sigues esforzando, si a pesar de que un día falles al día siguiente vuelves a comenzar, poco a poco cada vez te irás sintiendo mejor, y en cuestión de un par de semanas ya habrás conseguido establecer un hábito, y cuando tienes un hábito vas a ser imparable.