En tres días, de nuevo el memorial piscinero por la muerte de mi padre.
El cartel del primer homenaje, tan sólo dos meses después de su fallecimiento.
Este año coinciden ambas fechas, con las tres hermanas mutantes sanas como manzanas, con el tío más molón recuperándose de un segundo quirófano y esperando diagnóstico de su bicho en las mamas, con una de las primas molonas en capilla para volver al ring, y con la palabra CÁNCER repetida más de lo necesario en mi agenda.
Y es un martillo que no para de golpear mi cabeza, pero tenerlo activo me recuerda que no soy eterna, que esto es una lucha constante, y, lo más importante, que tengo un canal de ayuda que es uno de mis objetivos de vida.
Seguiremos dándole voz al 4 de FEBRERO, al CÁNCER, a la SUPERACIÓN, al FRACASO de los tratamientos, a los ÉXITOS de la investigación, a las SECUELAS.
Ando de chef invitada en una cocina que me gusta a rabiar (sí, hablo en clave, pero es que todavía no tengo toda la información que os merecéis), donde el viernes pasado hablamos de realidades. Hay asociaciones de pacientes que se extinguen porque los miembros no sobreviven. Así. Sin remedio. Porque hay algunos bichos que no se dejan amedrentar por quimios futuristas ni tratamientos experimentales. Y, en mi opinión, para ellos es el día del cáncer.
Los lazos rosas son de sobra conocidos, sabemos síntomas, cómo colocarse un pañuelo o cuántas famosas lo han (o no) superado. Pero alguno sabemos cuándo se celebra el día del cáncer de páncreas? O el de vulva? O el de estómago? Pues cada uno de esos pacientes y sus familias también se merecen lazos, famosos que den la cara y millones en investigación que no llegan.
Y ahora, si me dejas, os lanzo un reto. A vosotros y al futuro.
Estos días veremos campañas de donación, filas cero, casillas en la renta y huchas. Pues vamos a DONAR!!!! Vamos a participar en todas las iniciativas que podamos para dar voz al CÁNCER, sin el DE que lo sigue. Que mas dá!!! El cáncer mata, y da igual dónde aparezca si todavía nadie ha podido estudiarlo. Vamos a demandar información, programas de prevención, sin crear alarma, pero contando cómo tu mujer, tu amigo, tu profe o tu compañera de trabajo han cambiado su vida por un cáncer, me da igual que sea mediático o no.
En mi familia hemos tocado todos los palos: mama, ovarios, útero, pleura, pulmón, peritoneo, hígado, riñón, estómago, leucemia. Sabemos lo que significa que esté infiltrado, encapsulado, en proceso de metástasis o cronificado. Y aquí seguimos, celebrando el 4 de febrero cada año, con sonrisas, rabia, lágrimas o melancolía, pero luchando por el futuro que queremos para los que cuelgan de las últimas ramas de nuestro árbol genealógico.
Te invito a leer la prensa este sábado, a ver los reportajes que habrá en todos los telediarios, a escuchar los testimonios de los programas de radio. Estar ahí detrás te convierte en eco de muchos hogares donde hoy están luchando con todas sus armas para derrotar al bicho, y todas esas familias, la primera la mía, te lo agradeceremos.
Os leo!!!