Los aceites vegetales son, por sí mismos, unos estupendos cosméticos para la piel, tanto como aceite corporal como facial. Los mejores de ellos son, además de nuestro querido aceite de oliva, los siguientes: el aceite de almendras dulces, aceite de rosa mosqueta, aceite de argán, aceite de germen de trigo, aceite de jojoba, aceite de avellanas, aceite de sésamo, aceite de aguacate, … Muchos de ellos forman parte de las formulaciones de muchos cosméticos, pero también pueden utilizarse directamente, siendo unos perfectos aliados de nuestra belleza.
En una publicación posterior os hablaremos de las características de cada uno de ellos y analizaremos para qué tipo de pieles son más apropiados. En nuestra publicación de hoy vamos a comentaros las bondades del aceite de argán, uno de los mejores aceites vegetales que nos proporciona la naturaleza para el cuidado de nuestra piel.
El Aceite de Argán
El árbol de argán (Argania spinosa) es un árbol que puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura y a vivir hasta 200 años. Su fruto es una nuez de aspecto parecido a la oliva, aunque de tamaño algo más grande.
El aceite de argán se extrae por presión de sus semillas, y con ello se obtiene un aceite muy rico en ácido oleico (45%) y ácido linoleico (35%), principios activos que le conceden unas extraordinarias propiedades para la piel, y que ha hecho que sea uno de los más productos más apreciados en la cosmética actual. En este sentido, lo vemos formando parte de la composición de algunos cosméticos. Pero este aceite vegetal se puede usar directamente y sus resultados son extraordinarios.
El árbol de argán se cultiva en el suroeste de Marruecos y es la base fundamental de la cultura de los bereberes, quienes lo han venido cultivando durante siglos tanto para su alimentación como a nivel medicinal y para su cuidado corporal.
El aceite de argán es uno de los mejores antioxidantes para la piel, ya que retrasa la oxidación de las células al combatir los radicales libres. Por ello es muy apropiado para pieles maduras, pieles secas y para recuperar la elasticidad de la piel.
Propiedades y usos del Aceite de Argán
Propiedades del aceite de argán:
Regenerador y renovador celular. Es un estupendo aliado para los símbolos de envejecimiento de la piel
Hidratante y protector de la piel
Bactericida y fungicida, por lo que es perfecto para pieles con problemas: acné, psoriasis, eccemas?
Usos del aceite de argán:
Cuidado facial: aplicar sobre todo en pieles maduras y mejor por la noche (aunque también se puede utilizar de día) sobre la piel limpia y humedecida con agua, hidrolatos o aguas florales. Con 2 o 3 gotas es suficiente, veréis qué bien se extiende. Además de hidratar y regenerar la piel ayuda en la eliminación de las marcas de enfermedades de la piel (acné, varicela,?).
Cuidado corporal: aplicar sobre el cuerpo humedecido después de la ducha. Con ello retrasaremos la aparición de las temidas estrías o la piel de naranja. Se puede utilizar también como aceite de masajes para aliviar dolores en las articulaciones.
Cuidado del cabello: masajear el cuero cabelludo antes de lavar el cabello y dejar actuar unos 30 minutos (algo menos si se tiene el cabello graso). A continuación lavar normalmente con champú suave y neutro. Notaréis cómo en poco tiempo, este aceite vegetal, devuelve el brillo natural del cabello.
Cuidado de las uñas: fortalece las uñas quebradizas. Aplicar antes de acostarse y dejar actuar toda la noche.
El aceite de argán es un aceite que se absorbe muy fácilmente, lo que facilita mucho su utilización.
Recomendamos que, para conseguir los resultados deseados, el aceite de argán que adquiráis en el mercado sea 100% puro (que no esté mezclado con otros aceites) y de primera presión en frío.
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