El problema mas común es el esguince de tobillo, una lesión en los ligamentos que conectan los huesos entre si. La mayor parte de las veces, el tobillo tiende a torcerse hacia adentro y esto causa pequeños desgarros que ocasionan inflamación y hematomas, haciendo dificultoso el soporte del peso sobre la articulación herida.
Otras causantes del dolor de tobillo pueden ser daño o hinchazón en los tendones o el cartílago, alguna infección en la articulación del tobillo, tendinitis alrededor de la articulación o lesiones a los nervios, como el síndrome del túnel tarsal o ciática.
Si tienes problemas con este tipo de dolor hay varias cosas que puedes hacer para aliviar el trabajo del tobillo y darle el tiempo necesario para sanar. Lo principal es descansar el tobillo por unos días y tratar de evitar poner el peso sobre este. Por lo general se puede vendar o comprar algún dispositivo ortopédico que sirva de apoyo para la articulación. En ocasiones también se puede recomendar el uso de un bastón, o muletas para ayudar a liberar de peso un tobillo lesionado.
En estado de reposo, conviene mantener el pie elevado, por encima del nivel del corazón. En el momento de estar sentado o acostado, se pueden colocar dos almohadones bajo el pie para mantenerlo a altura. La aplicación de hielo también s muy importante sobre el área afectada. Estas aplicaciones pueden ser de unos minutos cada hora, el primer día de dolor, y luego cada 3 o 4 horas durante unos días mas. Quizás también puedas necesitar una tobillera, para darle soporte a la articulación o bien una bota para que el tobillo pueda evitar el esfuerzo y descansar.
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Las lesiones en esta parte del cuerpo pueden demorar tan solo unas semanas en curarse, como así también varios meses. Si bien el dolor y la hinchazón pueden haber desaparecido, un tobillo lesionado, estará un poco más débil y menos saludable que un tobillo completamente sano. En este caso te recomendamos realizar ejercicios para fortalecerlo y prevenir futuras lesiones en el futuro, como así también trabajar en el equilibrio y la agilidad.
Si bien las lesiones leves son fáciles de tratar, existen algunas señales que nos indican que debemos consultar con un profesional de la salud. Si el dolor es intenso incluso cuando no soporta peso, se escucha un sonido crujiente seguido de dolor inmediato, o directamente no se puede mover el tobillo hacia ninguno de los lados, es hora de llamar al medico. También hay que estar muy atentos a si la inflamación no disminuye luego de un tratamiento, si se llega a presentar cuadros febriles, o si el área se trona roja, mas dolorosa o toma temperatura al tocarlo con la mano.
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