¡Buenos días! Las navidades han tocado su fin y llega el momento de volver a las rutinas diarias. Muchos lo llaman “la cuesta de enero”, ese momento en el que recapacitamos en todo el dinero gastado (y bien gastado, todo hay que decirlo) durante las navidades, en toda la comida ingerida, en todos los excesos, etc. Es el momento de ajustarse el cinturón, y no sólo simbólica sino literalmente, ¿quién no ha tenido que ponerse un punto o dos menos?
Con el año nuevo casi todo el mundo se pone unas metas y unos propósitos para cumplir a lo largo del año; algunos se consiguen, otros, pasado un mes, los damos por perdidos y “ya lo conseguiré el año que viene”. Entre otros propósitos, y seguro que más de uno os suena, creo que los más típicos son: dejar de fumar, hacer -más- ejercicio, perder peso y comer más saludablemente, enfadarnos menos, ayudar más a los demás…
Como es el tema que me compete, me centraré en ese punto de “perder peso”. Las estadísticas dicen que a lo largo de las navidades engordamos hasta 5kg (muy parecido a lo que ocurre en verano). Para mí es pura estadística, algunos engordamos, otros no, algunos engordamos 1 kg, otros 7… En esta época postnavideña, vuelven a resurgir todas las dietas milagrosas habidas y por haber y nos bombardean con productos “adelgazantes”. Quiero retomar y recordar este post en el que mi compañera Tamara habló (y muy bien expresado) sobre la operación bikini.En mi opinión, la “operación bikini” hay que llevarla durante todo el año. De nada sirve ponernos 15 días antes de las vacaciones, para conseguir el cuerpo “perfecto” deseado, y otros 15 días después, para deshacernos de los excesos cometidos. Sabemos que en momentos puntuales del año vamos a pasarnos comiendo (aunque recordemos que no hay que tirarnos al abismo y comer como si no hubiese un mañana) y, muy posiblemente ganar peso, pero no por ello tenemos que darnos por vencidos y que nos dé igual el resto del año; más bien al revés. Si a lo largo del año lo “hacemos bien”, esos momentos puntuales no nos pasarán tanta factura.
Lo más importante de todo es ser consciente de lo que hacemos, lo demás viene de la mano.
Quizá os preguntéis qué significa exactamente “hacerlo bien” durante el resto del año. Si sois lectores habituales os sonará lo que os voy a contar, si no lo sois, es posible que también os suene de haberlo leído o escuchado de mano de otros dietistas-nutricionistas.
“Hacerlo bien” realmente significa tener un control de lo que se come, dejar olvidadas las palabras “estoy a dieta”, ya que como recordaréis de primeros post, eso no significa realmente nada, dejemos de asociar esa palabra con un plan de adelgazamiento. Siempre estamos a dieta, buena o mala, de adelgazamiento o de ganancia de peso, equilibrada o no.
Aclaro lo de
Sin embargo, aunque tengamos ese plan, ello no quiere decir que tengamos que seguirlo a rajatabla y no permitirnos disfrutar de los eventos no programados que nos puedan surgir. Eso es lo bueno, que si un día nos surge algo que nos impida seguirlo, lo podemos modificar al día siguiente y reestructurarlo. Incluso todo lo contrario, por el mero hecho de habernos planificado, seremos capaces hacer una elección más saludable ese día.
Aunque es cierto que influyen otros muchos factores en el peso corporal, con esta simple acción tendremos un gran paso ganado para alcanzar nuestro objetivo, sin olvidarnos de las raciones que debemos ingerir y por supuesto la necesidad de mantenernos activos realizando actividad física.
Hay miles de dietas milagro, todas basadas en lo mismo. Por nuestra parte, ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir en esta sección, por ello vamos a darle un descanso. Sin embargo, no dejaremos de hablar e insistir en todo lo que hemos dicho en los distintos post de esta sección.
Un saludo y feliz comienzo de semana.
Realizado por Cristina Vallespín Escalada