Es curioso como la mente se convierte en nuestra propia medicina, lo he descubierto hace unos días.
Entre este calor asfixiante, el dichoso despertador que suena sin piedad a las 6 de la mañana, la incesante rutina de cada día laborable....y un camino muy largo aún para alcanzar el ansiado día D, en el que te vas de vacaciones.
Una estresante manera de ver las cosas ¿cierto? Curiosamente el sábado volvíamos a casa, ya tarde, de noche, el niño dormido en el coche y una, por fín, agradable brisa que se colaba por la ventanilla.
La música acompañaba con el Mr. Jones y mi mente se marchó ella solita al verano de los 17....
Un grupo de 5 amigas disfrutando de la maravillosa libertad de esos años, de la pasión por la noche, el baile, la playa y la aventura. Compartiendo momentos, abrazos y ropa, también confesiones por supuesto.
No es que lo eche de menos pero me gustó que aquella noche la brisa madrileña me trajera el maravillloso momento del sur, de mi tierra. Fue un buen ejercicio de relax, os lo aseguro...sonreía sin querer.
Aquel fue el año de los cortos imposibles, hablando en clave moda.
Christian Dior and Dolce Gabbana
Yo misma me dediqué ese año a aprender corte y confección siguiendo la estela familiar de mi abuela que había sido una gran costurera aunque a mí me durara solo aquel año.
Stella McCartney
Estos son algunos de los diseños similares que adapté en aquel momento y me sorprende que aún hoy (hablamos del año 1992) sigan pareciéndome ideales. Las adaptaciones las encontré entre colecciones de Dolce Gabbana ó Christian Dior, para un vestido corset que creé en print floral y encaje negro ó Stella McCartney, muy parecido al que luce la modelo.... Deberé buscar en el armario ropero de casa de mi madre a ver si siguen por allí los originales!!