Y es que morderte las uñas no solo es antiestético, sino que hay varios problemas de salud causado por esto y no solamente en tus dedos, sino en tus encías y dientes también.
Morderse las uñas también se conoce como onicofagia crónica y es uno de los signos más comunes de estrés. Ya que puede ser un signo de un problema psicológico o emocional más serio, la terapia de comportamiento es una opción para ayudarte con este problema.
Un dermatólogo también puede ayudarte a sanar las uñas y combatir cualquier infección con medicamentos o tratamientos tópicos.
Tú puedes empezar con algunas acciones sencillas para dejar este hábito causado por el estrés, como pintarte las uñas o hacerte una manicura. Cuando agregas esmalte de color, puede hacer que lo piense dos veces antes de masticar tus uñas.
Las uñas falsas también pueden impedir que las muerdas, pero ten en cuenta la salud de las uñas debajo, las cuales intentas dejar que vuelvan a crecer.
Otra forma sencilla con la que puedes iniciar es concentrarte en dejar de morderte la uña de un dedo en específico a la vez. Comienza por los pulgares y suba un dedo semana tras semana o mes a mes.
Además de mantener cortas tus uñas, también puedes recurrir a usar curitas o vendajes en ellas para evitar comértelas. Esto puede parecer un método extremo, pero una barrera física puede ser la respuesta, usar guantes también podría ser una opción