Con el conocimiento de la estructura del ADN, empezaron a surgir dudas y controversias. ¿Qué factores determinan la salud y longevidad de una persona, los genes con los que nace o el entorno en el que se desarrolla?
La respuesta a esta pregunta es que ambos factores son importantes. Cada individuo nace con una dotación genética determinada (ADN), Ésta marcará la mayor o menor predisposición a desarrollar una serie de enfermedades a lo largo de la vida. Pero además de esa predisposición genética, intervienen el ambiente y el estilo de vida como factores externos. Ambos modulan tanto para bien como para mal, esa carga genética.
Por ello, está en nuestra mano intervenir en los factores modificables, para que sean lo más favorables posible y contribuyan como promotores de la salud.
¿Qué podemos hacer para prevenir enfermedades?
Alimentarse correctamente, realizar ejercicio físico, no fumar y no beber alcohol, son las recomendaciones generales para mejorar el estado de salud en el tiempo. La dieta, es un factor clave, porque lo que comemos y cómo lo comemos. Influye de manera directa en el buen o mal funcionamiento del organismo. Pero las recomendaciones generales, a veces no son suficientes ni igual de eficaces para todo el mundo. Son una directriz, una guía a seguir, que se puede perfilar más fino.
¿Qué pasa si una persona tiene mayor predisposición a sufrir una o varias enfermedades?
¿Le sirven las mismas pautas de alimentación que a la persona que no tiene ese riesgo? Siendo rigurosos, no. La evidencia científica demuestra que el consumo de determinados nutrientes y alimentos es beneficioso para prevenir o tratar determinadas patologías.
Por lo que si disponemos de un servicio que nos permita conocer cuál es nuestra predisposición a desarrollar determinadas enfermedades asociadas a la madurez y tercera edad (diabetes tipo 2, osteoporosis, obesidad, hipertensión, ictus, hipercolesterolemia, entre otras), podremos beneficiarnos de unas pautas alimentarias de precisión, adaptadas al patrón genético individual, como herramienta que nos permita prevenir o retrasar la aparición de estas enfermedades.
¿Cómo se sabe si hay predisposición a padecer enfermedades?
Las enfermedades candidatas a ser analizadas, comparten algunos requisitos en común. En primer lugar, su elevada prevalencia en la población general y su aparición en la edad adulta. Por otro lado, la importante carga o predisposición genética, probada científicamente mediante estudios de alta calidad, que va a determinar en gran parte si se va a desarrollar o no la enfermedad. Y también son enfermedades que pueden ser prevenidas mediante un estilo de vida saludable.
Dicho todo esto, resulta sencillo ver la importancia que tiene que las personas puedan conocer, mediante un sencillo test genético, la predisposición genética que tienen a cada una de estas enfermedades, ya que, lejos de ser una condena, esta información nos brinda un plus de conocimiento, necesario para motivar al cambio y a la adhesión a unas recomendaciones nutricionales personalizadas que pueden conseguir equilibrar la balanza, restando peso a la predisposición genética y favoreciendo el freno al desarrollo de la enfermedad.
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