¿Por qué una dieta para adelgazar con hipertensión?
La tensión arterial es la presión que la sangre ejerce sobre los vasos sanguíneos para conseguir que el elixir de la vida llegue a todas las partes del cuerpo. Se considera que una presión arterial entre 90/ 60 y 130/ 80 mm de mercurio, es una presión normal, entre 130/ 80 y 140/90 mm de mercurio, consideramos hipertensión o tensión alta.
Cualquier persona que padezca o haya padecido hipertensión, sabrá que la primera recomendación de su médico es hacer dieta para adelgazar, ya que el aumento de peso, es directamente proporcional a un aumento en la tensión arterial de las personas.
Causas de la hipertensión
Herencia:
Aunque lo ubiquemos en primer lugar, el factor hereditario, para mí, no es causa directa de presión arterial elevada. Que una persona tenga predisposición genética a padecer hipertensión, no quiere decir que haya de padecerla si o si, el factor hereditario, lo único que te indica es que debes tomar más precauciones que una persona que no tenga ese factor hereditario.
Dieta y estilo de vida:
A mi juicio, este punto es factor principal a tener en cuenta para que la hipertensión no haga acto de presencia en nuestra vida deteriorando nuestra salud:
En la actualidad llevamos un estilo de vida poco saludable, dónde falta ejercicio y sobra comida. Nuestra alimentación se ve afectada tanto en cantidad como en la calidad de los alimentos que forman parte de nuestra dieta de forma habitual, cada vez se recurre más a precocinados, envasados y comida rápida; quizás sea por eso que cada vez la hipertensión se estén diagnosticando a personas cada vez más jóvenes. El síndrome metabólico, desde siempre, relacionado con personas mayores entre 60-65 años, actualmente empieza a aparecer antes entre los 35-45 años.
La mala alimentación y el sedentarismo están ligados, muy de cerca a esta pandemia de sobrepeso y obesidad, que afecta a personas de todo el mundo desarrollado, da igual el sexo, la raza u posición social.
Comprar y cocinar ya no forma parte de la vida diaria de la mayor parte de las familias en la actualidad; en algún momento, la organización de la alimentación de la familia ha pasado a segundo plano, los niños comen en comedores escolares y los padres tiran de comida rápida, más barata y más accesible que los pucheros de nuestras madres.
El sedentarismo es otro azote de la sociedad actual, los adultos pasan entre 8 y 10 horas en sus centros de trabajo y los niños otras tantas en las escuelas, en las actividades extra escolares y clases de repaso, con lo que se llega a casa, tarde y cansado, los dos grandes enemigos de la vida activa.
Todo lo dicho anteriormente nos lleva a sustentar las mayores tasas de sobrepeso y obesidad de todos los tiempos, Y yo me digo: “¡Algo habrá que hacer!”. No podemos olvidar que el perímetro abdominal es un parámetro determinante en el diagnóstico del síndrome metabólico, no debe superar los 95 cm en hombres y los 85 cm en mujeres.
Sobrepeso, obesidad, hipertensión, ictus, e infartos cardíacos y cerebrales forman parte de la misma cadena que acaba en baja calidad de vida y muerte, si no se le pone remedio a tiempo.
Sal
Otro factor importante, dentro de la dieta, a tener en cuenta en la aparición de hipertensión es el consumo excesivo de sal; uno de cada tres pacientes hipertensos consumen en su dieta más de 6 g. de sal, que es la cantidad máxima/día recomendada por la OMS.
Estrés
Las catecolaminas u hormonas del estrés provocan la contracción de la musculatura de los vasos sanguíneos, aumentando la resistencia vascular al paso de la sangre por ellos, provocando así, un aumento de la tensión arterial.
Alcohol y tabaco
El alcohol aumenta el sistema nervioso vegetativo, haciendo que el corazón lata más deprisa y bombee más sangre desde el ventrículo izquierdo hacia las arterias.
La introducción del alcohol en una dieta sana no es necesaria. De todas formas, se recomienda por lo general no superar los 20 gramos de alcohol al día (20-30 en varones; 10-20 en mujeres), lo que equivale a 0,5 litros de cerveza de 5 grados o 200 mililitros de vino de 12 grados.
Mejor remedio contra la hipertensión
Da un poco de tristeza pensar que todo lo expuesto anteriormente se puede evitar con una buena alimentación implantada desde la infancia acompañada de ejercicio moderado al aire libre y sobre todo, que esto no es nuevo, sino que se conocía ya desde hace 25 siglo:
“ Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”.
Hipócrates(460-370 a.C.).
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