La inestable situación económica actual está pintándonos un cuadro un tanto desolador: desempleo, bancarrota para algunos, imposibilidad de ahorrar... y ahora, además, podría sumarse una mayor incidencia de algunas enfermedades. Sin duda, todo lo que ocurre en nuestro entorno y más si nos afecta de lleno, puede condicionarnos psicológicamente y estos cambios pueden llegar a mermar nuestra salud.
De hecho, hace meses que se viene hablando de un incremento de las visitas a los psicólogos, pero ahora también los expertos aseguran que están aumentando las tasas de enfermedades relacionadas con el estrés. Saber manejar la situación e intentar que nos afecte lo mínimo posible está en nuestra mano.
Nuestras defensas bajan con la crisis
La crisis económica mundial ha supuesto una serie de cambios en el panorama social y personal que pueden haber modificado en buena manera nuestra manera de ver la vida. En este sentido, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha notado cómo las consultas médicas relacionadas con el estrés han aumentado considerablemente desde el inicio de esta nefasta etapa. Para la situación concreta que vivimos, el doctor Coromines, catedrático de inmunología del Hospital Tries i Pujol, explica que lo que se está observando es un “importante incremento de enfermedades respiratorias, como gripes o resfriados, afecciones cutáneas como herpes, dolores de cabeza y cansancio extremo entre otras”.
El estrés económico abarca muchos aspectos de nuestras vidas. Ya que, para tratar de reducir estos efectos, "es muy importante identificar el origen de estas enfermedades, en la gran mayoría del estrés derivado de los problemas económicos o de trabajo", asegura el psicólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Paco Rodríguez. "Para entender la importancia del impacto de estrés actual hay que destacar que en diferentes estudios se ha observado que para, aproximadamente el 75% de la población, el dinero y el trabajo son las principales fuentes de estrés, dato que se dispara en tiempos de crisis como la que estamos viviendo”, añade el especialista.
¿Cómo nos afecta la crisis?
Es obvio que una mala situación económica personal puede afectar a cualquiera y los expertos señalan como las principales secuelas la falta de sueño por las preocupaciones asociadas a la crisis y una mala dieta, ya que tendemos a vivir más aceleradamente y a cuidarnos menos. Todo esto, hace que nuestro organismo pueda entrar en una fase de agotamiento y se genere una situación de estrés continuado que puede perjudicarnos tanto física como psicológicamente.
Ante esto, la semFYC quiere dar una serie de medidas de prevención y promoción de hábitos saludables que permitan afrontar con un mayor nivel de salud físico y psicológico estas dificultades. Una de las más importantes es reforzar las defensas, sobre todo de aquellas personas que por su edad o por su estado de salud lo necesiten. Por otro lado, como no podría ser de otra manera, debemos hacer de la dieta mediterránea nuestro gran baluarte, ya que su variedad de nutrientes son la base de una buena salud.
Asimismo, los expertos recomiendan también que deberíamos renunciar o reducir el consumo de alcohol, tabaco y bebidas excitantes, y retomar hábitos tan saludables como el ejercicio moderado como pueden ser un buen paseo, bailar, montar en bicicleta o hacer yoga, que además resulta muy relajante.
Por otro lado, recuerdan la importancia de seguir un horario de sueño óptimo y regular para evitar problemas de insomnio, y acudir siempre a nuestro médico de cabecera ante cualquier alteración de nuestro organismo, ya que él es el que mejor puede asesorarnos y enseñarnos a cuidar de nuestra salud.
Agradecimientos a la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).