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Según la Dra. Riobó, un estudio científico realizado con anterioridad mostró que los participantes en el mismo, consumieron un 15% menos de calorías cuando las fuentes de azúcar se sustituían por aspartamo. Igualmente, otra investigación demostró que tras un año de seguimiento el uso de edulcorantes bajos y sin calorías se asociaba con pérdida de peso, aumento de la actividad física y disminución del deseo por alimentos dulces. En este sentido, otro estudio concluyó, además, que las personas que utilizaron edulcorantes mantenían mejor el peso perdido tras tres años de evaluación.
Desde hace ya muchos años, en la industria alimentaria se han creado distintos tipos de edulcorantes sin calorías, esto con la finalidad de poder sustituir el azúcar, por un endulzante más saludable. En cuanto a los diferentes tipos de edulcorantes que podemos encontrar, la especialista ha destacado que la sacarina, comercializada desde 1978, no aporta calorías; el aspartamo es entre 180-200 veces más dulce que la sacarosa, y sólo se requieren pequeñas cantidades para endulzar alimentos y bebidas; el acesulfamo potásico es 200 veces más dulce que el azúcar; la sucralosa es unas 600 veces más dulce y no puede ser absorbida, por lo que no aporta calorías; el neotamo es 10.000 veces más dulce y el ciclamato es 30 veces más dulce que la sacarosa. De éste último, se necesitan cantidades relativamente pequeñas para endulzar los alimentos y bebidas, por lo que su aporte calórico a la dieta es insignificante.
¿Consumís edulcorantes en vuestra dieta?
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