Muchas veces, los atletas nos ponemos a preparar minuciosamente nuestros entrenamientos y nos creemos que el haber entrenado correctamente y competido decentemente nos da derecho a comer cualquier cosa, por decirlo en otras palabras, nos da carta blanca para darnos atracones, vaciar la nevera o el mueble-bar, a no descansar adecuadamente…etc…y es cierto, podemos permitirnos algún capricho, pero si nuestro objetivo es mejorar y llegar más lejos estamos dando dos pasos adelante y uno atrás, y de acuerdo, avanzar avanzas, pero no al ritmo adecuado.
Como ejemplo siempre pongo al gran Chema Martinez, que en una entrevista nombraba como lujo que tomaba muy de vez en cuando a la tortilla de patata, estamos de acuerdo que su caso es diferente, el ha sido profesional y nosotros somos populares, pero hay que fijarse en los grandes para mejorar.
Pero no todo va a ser alimentación, son muchas los factores que completan el llamado “entrenamiento invisible”, así que vamos a daros unos consejos:
¿Qué es el entrenamiento invisible?
Así, en plan académico de la lengua podríamos definirlo como el complemento al ejercicio físico en el que no influye el plan de entrenamiento trazado y que no es medible ni tangible, pero vamos a ser un poco más simples, vamos a definirlo como las rutinas y hábitos que tenemos antes y después de entrenar que condicionan nuestra condición física.
¿Qué factores influyen?
1.-Descansa adecuadamente:
Dormir las 8 horas recomendadas es primordial, para entrenar hay que estar descansado.
Echar la famosa siesta es algo más que hablado y de lo que se han dicho ya maravillas, así que no voy a ser reincidente, una siesta de media hora una hora antes de entrenar viene genial, pero ojo, no nos pasemos y vayamos a entrenar recién despertados de un “siestón de 3 horas”, que sino vamos a entrenar y parecemos auténticos zoombies.
2.-Alimentación:
Después de entrenar, no más tarde de una hora recuperar carbohidratos, ya que recargaremos los depósitos de glucógeno, siendo esto beneficioso para tener una recuperación óptima, no es descabellado por lo tanto tomar algo de suplementación alimenticia en el caso de ser necesario si nuestro nivel lo recomienda.
En otro ámbito, en nuestro día a día, intenta llevar las cinco comidas recomendadas, comer siempre a las mismas horas y llevar una rutina ordenada en medida de lo posible, además de llevar una dieta saludable.
3.-Hábitos de vida saludables:
No os voy a decir nada nuevo, beber, fumar, salir por las noches demasiado …todo esto repercute en que nuestro rendimiento se vea afectado, pero como dijo el futbolista George Best “En 1969 dejé las mujeres y la bebida. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”, pero bueno, como acabó el pobre George lo sabemos todos…
4.-Recuperate adecuadamente:
Hemos hablado de baños de frío, de contrastes calor frío…etc, es por lo que si recuperamos mejor, descansamos mejor, es una cadena…
5.-Vigila tu salud bucodental:
Algún día escribiré sobre la relación entre las caries y las lesiones musculares, parece una tontería, pero es algo más que demostrado desde el punto de vista científico.
Así, para ir avanzando con esto nos vale, porque todos en conciencia sabemos lo que nos viene bien y nos viene mal en nuestro día a día, porque podríamos ponernos a escribir durante mucho tiempo y poner muchos más factores, pero vamos a comenzar por lo más básico que son los que hemos enumerado.