1. ¡Es muy fácil de practicar!
En esta ocasión no te vale la excusa de que eres muy torpe, es una de las actividades más básicas de nuestra especie y es uno de nuestros comportamientos innatos que adquirimos poco a poco de forma natural.
2. Nos ayuda a respirar mejor para oxigenar el cuerpo
Mientras caminamos, el oxigeno que respiramos llega a través de nuestra sangre dándole energía a nuestros músculos y mejorando al mismo tiempo la capacidad pulmonar y cardiovascular, ¿no es estupendo?
3. Mejora nuestra condición física
Sí, caminar ayuda a combatir enfermedades. Mejora nuestro sistema inmunológico, la densidad y calidad de nuestros huesos, también aumenta el flujo sanguíneo y nuestro nivel de energía y, a todo ello hay que sumar que mejora la agilidad y estimula el crecimiento de nuestros pequeños. Por si todo esto fuera poco, previene el desarrollo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, como la diabetes y la hipertensión, y mantiene la función de las articulaciones. Y sí, también es una de las mejores formas de prevenir la obesidad y el sobrepeso. ¿Podría beneficiarse más nuestro organismo? Creemos que no.
4. Estimula los sentidos
Caminando al aire libre podemos ejercitar todos nuestros sentidos, ¿no me crees? Prueba a oler las flores o a sentir la brisa del aire en tu piel y completa tu experiencia sensorial.
5. Estimula el cerebro al descubrir los diferentes elementos de nuestro entorno
Ya sea tu recorrido urbano, semiurbano o rural, mientras lo realizas estimularás tu mirada curiosa y tu creatividad así como tu imaginación, descubriendo aquello que muchas veces por nuestro ritmo de vida no apreciamos.
6. Favorece la cooperación y mejora la comunicación
Para conseguirlo necesitarás caminar con tu familia, tu pareja o tus amigos pero, ¿quién puede resistirse a hacerlo? Siempre apetece un tiempo de diversión compartida. En ese ambiente relajado será mucho más fácil hablar de temas cotidianos.
7. Hace que nos sintamos mejor física y anímicamente
Después de realizar esta actividad física se sentirán más ganas, fuerza y ánimos para continuar con nuestras actividades cotidianas. Resumiendo, nos ayuda a tener una visión más positiva de nuestra vida.
8. Nos relaja y nos permite descansar mejor
Caminar ayuda a reducir los síntomas físicos propios del estrés. Favorece la relajación de la musculatura y de la mente, lo que nos ayudará a que nuestro cuerpo descanse mejor y el sueño sea más reparador.
9. Nos enseña a planificar
Casi sin darte cuenta, planificando cómo, cuándo y dónde saldrás a caminar estás aprendiendo y mejorando tu forma de planificar las cosas en la vida. ¿Te imaginas la importante enseñanza que compartes con tus hijos?
10. Incorpora nuevos hábitos para compartir
Este último punto también es muy importante. Caminar se puede realizar de forma grupal y permite difundir un estilo de vida saludable. Increíble, ¿verdad?
Y ahora, ¡a caminar! Si quieres hacernos llegar algún comentario, duda o sugerencia, te animamos a pasar por nuestro muro de Facebook. Te esperamos.