Maite Castillo fotografía
Este artículo es, sencillamente, una reflexión profunda acerca de cuidar con los cinco sentidos. El uso de los mismos es una herramienta que sirve para favorecer nuestra relación, hacer sentir bien a la persona y sentirnos bien con nosotros mismos. Para que el cuidado sea efectivo debemos ?poner toda la carne en el asador? y es conveniente que no lo hagamos de cualquier manera. Por ello, debemos mostrar unas determinadas habilidades y cualidades, comprometiéndonos a educar nuestros sentidos. Y es que, a través de ellos, expresamos pensamientos y sentimientos, interactuamos y reaccionamos? A continuación vamos a detallar, uno por uno, el cuidado de las personas a través de cada uno de nuestros sentidos.
La vista es el principal canal de llegada de las sensaciones al intelecto. A través de los ojos percibimos mejor el mensaje de los otros y los del entorno. Saber observar contribuye a salvar vidas y mejora el bienestar y la salud.
Ya decía Florence Nightingale "La lección práctica más importante que puede dárseles a las enfermeras es enseñarles qué observar, cómo observar, qué síntomas indican progreso en el curso de la enfermedad, cuáles el reverso, cuáles son importantes, cuáles no lo son, cuál es la evidencia de un cuidado de enfermería negligente y qué tipo de negligencia" y añadía: "Pero si usted no puede obtener el hábito de la observación, por una vía u otra, sería mejor que dejara la enfermería, para la cual no ha sido llamada, por muy bondadosa y sensible que usted sea".
El oído, saber oír es mucho más que recoger información. En muchas ocasiones ocurre que el profesional de enfermería habla al paciente no con el paciente. Muchas veces se cree que el papel de una enfermera consiste en decir al paciente lo que tiene que hacer. Esta manera de trabajar no es útil para la enfermería del siglo XXI. Saber oír es desarrollar empatía y abrir la posibilidad de trabajar mejor con la realidad del paciente. Por tanto, el objetivo de oír a la otra persona no es sólo el de recoger información a través de cuestionarios para hacer una valoración, sino que es conocer el impacto emocional que tiene la enfermedad en el individuo. Por tanto, con la empatía se consigue mostrarle a la otra persona que nos importa su situación y que intentamos comprenderle. Lo más importante para que la empatía se muestre en nuestras palabras es comunicar al paciente que hemos escuchado cómo se siente.
Maite Castillo fotografía Por otro lado hay que tener presente que la fluidez, el timbre y el tono de la voz puede tener innumerables significados cuando estamos comunicándonos y estamos buscando comprender lo que nos quieren decir. El timbre, la entonación de la voz puede significar autoridad, poder, sumisión, rabia, amor, protección, angustia, horror y tranquilidad, entre otros. Puede retratar no sólo la personalidad sino también el carácter y el medio social de origen del transmisor.
Y llegamos al tacto, de ahí el nombre de nuestra web. Para mí, es el punto de llegada y de partida del cuidado de las personas. Con él, tratamos de descubrir sentimientos y emociones. El contacto físico como abrazar, apretar la mano y acoger al otro amorosamente, se convierten en manifestaciones de afecto y ternura. Es una forma de comunicación amorosa. La persona recibe sentimientos de apoyo, seguridad y confianza que le hacen posible afrontar las crisis del momento.
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El olfato también es un sentido poderoso. La enfermera debe desarrollar su sentido del olfato. Las percepciones olfativas son indispensables en el ambiente de los cuidados. Los olores pueden tener múltiples significados que van desde signos clínicos a valores culturales, significados muy importantes para el que cuida y para el que es cuidado.
Y, por último, el gusto. Gusto como sinónimo de trabajo bien hecho. Para ello, debemos hacer uso de la ciencia, de la conciencia y del compromiso.
Ciencia, mediante el uso eficaz nuestros conocimientos científico-técnicos.
Conciencia, mediante un talante ético y humano como base en nuestro ejercicio profesional, y compromiso por anteponer el interés general al propio.
Como conclusión final, debemos prestar atención a la importancia de estos sentidos, comprendiéndolos como esenciales para el desarrollo genuino del cuidado de las personas.
Texto By Rocío Serantes
Fotografías By Maite Castillo fotografía