Una piel hidratada tiene mayor elasticidad y está más protegida, por lo que es también más resistente frente a cualquier agresión externa. Condiciones climáticas como el calor intenso, la sequedad, la contaminación, el aire acondicionado, así como hábitos como el consumo de alcohol o tabaco y malas costumbres alimenticias, pueden acabar con las defensas naturales con las que cuenta la piel.
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Por ello es importante que tomes nota de estos sencillos consejos para que tu piel hidratada y tu organismo lo agradezca por dentro:
1. Toma entre dos litros o dos litros y medio de líquidos diarios, no tienen porque únicamente agua. Aumentándolos en función de tu actividad física, el calor o la humedad del ambiente.
2. Bebe regularmente aunque no tengas sed. Puedes llevar siempre una botella contigo de tu bebida favorita para recordarte la importancia de beber.
3. Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a una buena hidratación.
4. Evita el alcohol porque tiene un gran poder diurético y deshidrata.
5. Si practicas algún deporte, no olvides beber agua antes, durante y después del esfuerzo físico.
6. Utiliza productos de uso tópico para hidratar tu piel desde fuera.
7. Evita exponerte al sol en las horas de máxima intensidad.
8. Por supuesto, utiliza siempre protección solar para evitar los daños por la radiación y el envejecimiento prematuro de la piel.
¿Cómo hidratas tu piel?
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