A todos nos ha pasado en alguna oportunidad haber tenido una discusión con un amigo, esto genera enojo y mucho dolor. Después de la pelea ambos están molestos y no tienen ganas hablarse. No es fácil ni simple tener un conflicto sin resolver con alguien a quien quieres. En estos casos es importante que cada uno tenga su espacio para superar el color y la ira.
Otra alternativa es tratar de hablar con tu amigo acerca de lo que sucedió en la pelea, discúlpate con él y ver la manera de seguir adelante. Deberás comportarte de una manera respetuosa y madura dentro de tu círculo de amigos evitando más conflictos mientras ambos lidian con las repercusiones de esa pelea.
Mantener la distancia
Es fundamental tomarse un tiempo para que ambos puedan tranquilizarse. Si la pelea fue realmente grave quizás lo ideal es dejarse de ver y hablar por algunos días, para reflexionar, tranquilizarse y esperar que disminuya la ira. Así ambos podrán pensar acerca de la situación, sus motivaciones y sus emociones, en el momento en que no estén tan molestos se podrá tener una conversación.
Evitar conectarse por mensaje de texto o por las redes sociales. Puedes evaluar la posibilidad de ocultar las publicaciones de tu amigo de tu página principal, si es que te generan muchas molestias, hasta que se hayan arreglado las cosas.
Después de unos días trata de hablar con tu amigo. Cuando las cosas estén más tranquilas. Podrás ser tú quien tome la iniciativa de acercar para hablar. Es importante que puedas entender que quizás tu amigo aun no está listo para mantener esa conversación, deberás respetarlo si es que necesita más tiempo.
En el caso de que tu amigo responda de manera negativa dile que lo entiendes y deja pasar unos días más antes de volverlo a intentar.
Otro punto clave es aprender a tener paciencia. Deberás darte cuenta que, especialmente si tuviste la culpa de la pelea, tu amigo se tomará un tiempo para cambiar la opinión. Una buena iniciativa será pedirles disculpas y que pasado unos días te comuniques con él para ver cómo está y que te avise cuando esté listo ara conversar.
En algunos casos deberás aceptar la decisión de tu amigo de ponerle fin a la amistad. Aunque podrías hablar con el al respecto quizás sea necesario dejar las cosas así si él se niega a habar del tema.
La pérdida de un amigo puede llegar a ser muy dolorosa. No tiene nada de malo tener ganas de llorar o pasar los días muy triste. Podrás para un tiempo con otros amigos y hablar de tus sentimientos con alguien de confianza, o empezar a realizar alguna actividad nueva en la que tengas posibilidades de conocer gente y así mantener tu mente ocupada.
No dejes de ser educado y cortes saludando a tu amigo cada vez que lo veas. Debes respetar que necesita su espacio sin tratar de volverlo a tu vida a la fuerza, pero tampoco debes hacerlo sentir mal evitando su saludo.
Ten presente que si bien la relación podría haber cambiado para siempre, con el tiempo los dos podrían darse cuenta de que pueden volver a hablarse, incluso podrían reavivar su amistad Las relaciones con las personas cambian y crecen con la edad y con la vida.
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