Las separaciones duelen.
Muchas veces cuando terminas con alguien seas tú quien lo hizo, tu pareja o ambos, se sufre.
Es algo prácticamente inevitable.
Tener que olvidar aquellos lindos recuerdos que tuvieron juntos, tener que recordar las peleas, los celos, las molestias que se crearon. Tener que hacerles entender a tus hijos lo que sucedió. Duele.
Pero a veces el amor se va. Por falta de comunicación, por desconfianza irracional o racional (infidelidad), por los errores cometidos; esa luz que una vez los unió, se apagó.
En esos momentos cuando ya hay muchos problemas, las parejas reaccionan con ira, muestran indiferencia, se deprimen, piensan cosas horribles el uno del otro que son y que (más veces) no son.
Hasta que finalmente, no queda más que la separación.
Si es que todavía queda un rayito de luz en ambos puede que al conversar bien y buscar arreglar los problemas de la relación juntos se alumbre nuevamente su camino.
Pero también hay límites. Si te fue infiel, si los celos no paran, si uno siente pero el otro no, si la desconfianza es excesiva. Lo mejor es dejarlo ahí y alejarse de ese tormento.
El problema es que muchas veces al alejarse, ocurre otro tormento en nosotros.
Nos sentimos solos, extrañamos estar abrazados, tener con quien hablar, recordamos buenos momentos, nos deprimimos pensando en qué hicimos mal y qué pudimos cambiar… nos sentimos en un infierno.
Queremos volver.
No soportamos estar alejados de esa persona.
Pero sabemos que esa relación no va a funcionar. Una relación es cosa de dos no de uno.
No nos queda más que buscar la forma de superar esta separación.
¿Cómo?
Obviamente va a ser difícil, es cambiar un hábito que nos ha marcado mucho. Como todo hábito, se cambia con fuerza de voluntad, paciencia, dedicación y optimismo.
No es algo de la noche a la mañana.
Es cuestión de mejorar poco a poco realizando pequeños avances cada día para aumentar nuestra confianza y amor hacia nosotros mismos y seguir con nuestra vida.
Date cuenta que esta ruptura que has tenido no es un fracaso, es una gran experiencia para el futuro. Puedes aprender mucho de ella y de los errores que se cometieron.
Como te dije, por diversas situaciones el amor se puede desvanecer. Esto tienes que comprenderlo y aceptarlo. Fue una relación con altos y bajos, pero ya pasó, déjala ir.
La vida sigue, hay muchas cosas por experimentar, hay muchos sueños por cumplir, hay otros seres a los cuales querer y cuidar, como tu familia, tus hijos, incluso una mascota.
Busca distraerte, mantenerte de alguna forma ocupado(a), salir más y buscar hacer cosas que te diviertan.
Si te quedas pensando mucho en el tema, no vas a lograr más que sufrir y alargar este sentimiento.
Recuerda que si piensas en cosas que te generan odio, más odio generarás. Si piensas en cosas que te generan tristeza, más tristeza tendrás.
Piensa en todo lo que tienes, en todo lo que hasta ahora eres y en todo lo que puedes lograr y agradece por ello. Piensa en cosas bonitas en cosas que te gusten que no tengan que ver con tu antigua relación.
“Cambia tus pensamientos y poco a poco cambiarás tus sentimientos.”
Conversa con tus seres más queridos, sal con tus amigos, vive.
Créate nuevas metas y propósitos, y planifica cómo conseguirlos. No te encierres en algo que no tiene solución y lo único que te genera es dolor.
Se fuerte, comprende, y deja ir esa experiencia. Así abrirás la puerta a muchas nuevas.
Demuestra que puedes ser mejor, que puedes salir adelante sin depender de nadie.
Da vuelta a la página y comienza tu nueva vida.
“Jamás permitas que tu paz y felicidad dependa de otra persona, eso te pertenece a ti, eres el único dueño de tus sentimientos.”
Link del Artículo Original: http://elcaminomedio.com/superar-una-separacion-o-ruptura-amorosa/