Cómo superar el miedo a volar: consejos efectivos para viajeros nerviosos

 

El avión, a pesar de ser el medio de transporte más seguro, causa una de las mayores fobias que existen: el miedo a volar o aerofobia.

Tengo que confesar, que a pesar de ser una viajera empedernida, cuanto más viajo en avión, más miedo tengo de volar. ¿Por qué? Pues quizá mi subconsciente piense que al volar tanto, hay más probabilidades de que pase algo. No lo sé, pero lo cierto es que el despegue, el aterrizaje y las turbulencias me hacen sentirme muy insegura. ¿A ti te pasa lo mismo?

A lo largo de los años, he intentado mil cosas para distraerme cuando me entra el miedo en el avión. Algunas me han funcionado y otras no. Por eso, en este post he recopilado las mejores técnicas para enseñarte cómo superar el miedo a volar, o al menos hacer tu viaje en avión mucho más placentero.



 

¿Estas list@ para volar sin miedo?

Al reservar tu billete de avión
Es muy importante que cuando compres el billete, reserves un asiento en la parte delantera del avión, ya que en esa zona se notan menos las turbulencias y los movimientos del avión.

Si no has llegado a tiempo para reservar en los asientos de delante, no te preocupes. Coméntaselo a la azafata. El 99% de las veces no hay problema. La gente es más comprensiva de lo que creemos en estas situaciones.



Siempre que puedas, reserva en los aviones de mayor tamaño. Son más estables y notarás menos el movimiento. Cuando viajé a Hong Kong, fui en un Jumbo A380 y casi ni me enteré de que despegaba. ¡Increíble!

Para saber qué vuelo coger, según el tamaño del avión, entra en Seat Guru, pon el número del vuelo y sabrás cuántas personas caben.



Si te agobia ver que estás volando, reserva un sitio en el pasillo, y además podrás darte un paseo siempre que quieras. ¿Lo que nunca debes hacer? Reservar en los asientos del medio. Por experiencia personal, ¡son bastante agobiantes!

Si te agobia el espacio entre el asiento de delante y el tuyo, siempre que puedas reserva en la salida de emergencia. Te sentirás más seguro por estar al lado de la salida y además tienes mucho más espacio para estirar los pies.



El día antes del viaje en avión es fundamental para tener menos miedo a volar.
¿Por qué? Pues porque te pasas el día organizando las cosas pendientes, haciendo la maleta y diciendo a tu cerebro que mañana toca viajar en avión. Así que, lo que siempre pasa es que te cuesta dormir, estás nervioso y te levantas al día siguiente con el pie izquierdo.

¿Qué puedes hacer?
En vez de dejar todo para el último día, organízate para hacer las cosas del viaje a lo largo de la semana, y que la noche de antes no tengas que acostarte tarde por todo lo que te queda por meter en la maleta.

Cena ligero. Puede parecerte una tontería, pero cenar sano y poco la noche anterior al vuelo te ayudará a dormir mejor.

Mentalízate. Antes de cerrar los ojos, dite a ti mismo que el vuelo va a ser genial, que tú puedes con el pánico, y que en este viaje empezarás a superar tu miedo a volar.

Después, cierra los ojos y visualízate subiéndote al avión muy tranquilo, sin miedos, con una sonrisa en la boca y emocionado por el viaje. Visualízate también dentro del avión, tranquilo, sentado y relajado.

Pruébalo, ¡porque te darás cuenta de que funciona!

El día del vuelo
Levántate recordando esas visualizaciones y afirmaciones del día anterior. Tendrán que viajar contigo, así que no las olvides.

No se te ocurra desayunar con café o té. Cuantos menos estimulantes, mejor.

Llega al aeropuerto con el tiempo de sobra para pasar la seguridad con calma y sin prisas. Ya que si vas con el tiempo justo, entrarás en el avión con estrés, y eso es lo último que queremos.

Mantente tu mente ocupada durante el vuelo
 

Cómprate alguna revista en el aeropuerto o lleva algún libro que te enganche, para que, al menos durante una o dos horas estés concentrado.

Si no te gustan las películas del avión, mete tu serie favorita o alguna película que quieras ver en tu tablet u ordenador portátil. Así tendrás cubiertas mínimo otras dos horas.

Escribe en un diario o un cuaderno todas las cosas que quieres hacer cuando aterrices.
Deja algunas cosas del viaje como excursiones o actividades, o dónde comer. Durante el vuelo, saca la guía y lee las partes que tienes pendientes y planifica lo que te queda. Así estarás concentrado en el destino y no en el vuelo.

Intenta dormir



Una de las mejores cosas para que el vuelo se te pase rápido y no te entre el miedo a volar es cerrar los ojos y dormir.

Ahora me dirás que eres de los que nunca duerme en los aviones.

No sabes cómo ponerte, te duele el cuello y la espalda, y los asientos son incomodísimos.

Hay algunas cosas que te harán que dormir en el avión sea más fácil. Pruébalas a ver si te funcionan:
No te pases todo el vuelo pensando que no te vas a poder dormir. Tú mismo te estarás sugestionando y así será imposible que te relajes. Haz dos cosas que funcionan muy buen:
Afirmaciones
Visualizaciones

Mete en tu mochila o equipaje de mano 3 objetos básicos para poder dormir cómodamente en el avión:
Tapones para los oídos: se acabaron esos ruidos tan molestos de los motores y de la azafata que no se calla ni debajo del agua.

Antifaz para dormir: al principio te puede resultar molesto, pero una vez te acostumbres, es perfecto para las luces del avión, la típica lucecita molesta de tu compañero de al lado leyendo un libro o para que las azafatas entiendan que no deben molestarte.

Almohada de viaje: te pueden dar 2 o 3 almohadas del avión, pero nada en comparación con una almohada de viaje mullidita y acogedora. Si estás en la ventana, apóyala para poder dormir. Si estás en el pasillo o en el asiento de en medio, baja la mesita y apóyate sobre ella.

 



 

Ponte música relajante o una película aburrida o que ya hayas visto, con unos cascos que anulen el sonido del exterior. Con la música estarás más tranquilo y no podrás pensar en el miedo. Con la película, al ser aburrida, o repetida o incluso una de niños, te irá entrando sueño, como cuando ves una película de sobremesa en el sofá de casa.

Si nada de esto te funciona, siempre puedes recurrir a las pastillas para viajar en avión como la dormidina o la melatonina. Ojo, le el prospecto antes para saber cómo debes tomarlas. ¡No te pases o estarás atontado el primer día de viaje!
 

Qué hacer si el pánico se apodera de ti
Algunas veces, y a pesar de intentar concentrarnos en otras cosas, el miedo aparece. Ya sea porque nos ha tocado la mega turbulencia o porque el vuelo no para de moverse una tormenta en el exterior.

Pero que no cunda el pánico, esto es lo que tienes que hacer:
No mires por la ventana. Ver cómo se mueve el avión no soluciona tu miedo.

No te fijes en la cara de la gente. Muchas veces las expresiones de miedo se contagian, y eso no es lo que necesitas.

Bebe agua. Mantenerse hidratado es bueno para la mente.

Respira profundamente, pero despacio, durante 5 minutos. Y cuanta las respiraciones, para concentrarte en ellas.

Cierra los ojos y repite mentalmente frases tranquilizadoras: Ya he volado más veces y nunca pasa nada. El avión es el transporte más seguro del mundo, las turbulencias son como los baches en el coche, todo va bien.

 



 

No es valiente aquel que no tiene miedo, sino el que sabe conquistarlo- Nelson Mandela
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No eres el único con miedo a volar
Cuando tienes un sentimiento muy fuerte de miedo, lo mejor es compartirlo con otras personas que sufren el mismo miedo que tú. Porque lo más importante es que sepas que NO estás solo.

Afrontarlo con otra persona puede hacerte fuerte y superar el miedo a volar más rápido. Puedes sincerarte con alguien que sabes que piensa y siente lo mismo en las mismas situaciones, y entre los dos afrontarlo.

El poder de la comunidad y de sentirte arropado y comprendido es muy fuerte.
Puede que te de vergüenza al principio, pero siempre piensa que nadie se va a reír ni te va a juzgar, porque les pasa lo mismo que a ti.

En la página Volando sin Miedo, puedes encontrar mucha información y contactar con otras personas que también tienen miedo a volar. Además, tienen un curso gratuito que te puede resultar útil.

Tú puedes superar el miedo a volar
Para terminar, sólo quiero decirte que sé cómo te sientes y que no es fácil. Pero lo que tengo muy claro es que tú puedes superar el miedo a volar. En tu próximo viaje, sigue mis consejos y verás como el miedo disminuye, e incluso es inexistente en muchos momentos del vuelo. Tu objetivo es perder el miedo a volar en avión, y estás a un paso de conseguirlo.

Ahora me encantaría escucharte: ¿Tienes miedo a volar? ¿Algún consejo más para hacerle frente? ¿Has superado tu miedo? ¡Cuéntanos cómo lo has hecho! Así podrás ayudar a más gente.

 

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