Los conocimientos que se aportan en este artículo son el resultado de la unión del conocimiento milenario de la medicina oriental y de la experiencia de más de 20 años del autor del artículo, puedes ver más información de esta temática en este libro de Roberto Junquera “El estrés, otras alteraciones emocionales, y tu dolor de espalda”. En éste artículo te hablamos de la relación que existe entre el útero, los ovarios y la próstata en los problemas de la espalda, los músculos y los huesos.
1. Conoce a tus órganos: ovarios, útero y próstata
Nunca está de más aprender un poco sobre nosotros mismos. En esta ocasión te hablaremos un poco de 3 órganos importantes que existen en el cuerpo del hombre y la mujer.
Ovarios
Los ovarios son órganos pares que se encuentran en la parte baja del abdomen, a ambos lados (es decir, las mujeres tienen un ovario del lado derecho y uno del lado izquierdo). Son pequeños, tienen forma de almendra y crecen o decrecen de acuerdo a la edad en la que se encuentre la mujer (desde la niñez hasta la pubertad y la adultez crecen, pero luego decrecen en la menopausia). Los ovarios son parte del sistema ginecológico: estos órganos se encargan tanto de la producción como de la secreción de las hormonas sexuales y de los óvulos (células sexuales) en las mujeres.
Útero
El útero es un órgano que se ubica en el centro de la pelvis. Es también parte del sistema ginecológico, tiene forma de pera y es hueco en su interior. El útero se divide en 2 partes: el cuerpo uterino, que contiene el espacio donde se desarrolla el bebé durante la gestación, y el cuello, zona a través de la cual se expulsa al bebé en el momento del parto.
Próstata
La próstata es un órgano exclusivo de los hombres. Es una glándula que tiene forma de castaña, y segrega muchas sustancias importantes para el hombre, como antígenos (que generan la respuesta inmune), fibrinógenos (que participan en la formación del coágulo de sangre durante el cierre de las heridas), enzimas (como la fosfatasa ácida) etc.
2. ¿Quién repercute en el sistema músculo-esquelético: las disfunciones o las enfermedades?
Habitualmente nuestros órganos y vísceras mucho tiempo antes de sufrir una enfermedad pasan por una fase de DISFUNCIÓN o de mal funcionamiento, en la que nuestro organismo nos avisa con una serie de síntomas propios de cada órgano y unos dolores reflejos y alteraciones en nuestros músculos y articulaciones. En este artículo me propongo abordar estos dos aspectos.
3, Reflejos del ovario en el sistema músculo-esquelético
Vamos a encontrar los siguientes trastornos en el sistema músculo-esquelético que surgen como consecuencia de la disfunción de ovarios:
- Irritación de los músculos que rodean a la 3ª vértebra lumbar, que predispone a bloqueos vertebrales y lumbalgias; en otras ocasiones dolor constante a ambos lados del nivel lumbar mencionado.
- Dolor e inflamación en la zona externa del tobillo. Se ven con cierta frecuencia mujeres a las que les puede quedar un dolor e inflamación residual incluso meses después de un esguince de tobillo, síntomas que desaparecen tratando el ovario (este dolor es a consecuencia de la irritación de las raíces nerviosas a nivel lumbar).
- Dolor en la zona externa de la rodilla, a nivel de la rótula (igualmente este dolor es a consecuencia de la irritación de las raíces nerviosas a nivel lumbar).
4. Reflejos del útero en el sistema músculo-esquelético
Vamos a encontrar los siguientes trastornos en el sistema músculo-esquelético que surgen como consecuencia de la disfunción de útero:
- Bloqueos en la cuarta y quinta lumbar provocando lumbalgias con predominio del dolor al lado derecho.
- Trocanteritis derecha y con menor frecuencia, bilateral (a consecuencia de la irritación de las raíces nerviosas a nivel lumbar).
- En ocasiones se pueden dar dolores sordos y constantes en la cara interna de una o ambas rodillas (tendinitis y bursitis en las inserciones de la pata de ganso, a consecuencia de la irritación de las raíces nerviosas a nivel lumbar que aumenta el tono de estos músculos).
- También en mujeres mayores, es frecuente ver acúmulos de líquidos perimaleolares, en la zona interna de los tobillos, normalmente de tipo indoloro, este acúmulo de líquido se ve incluso en mujeres con un retorno venoso normal.
- Inflamación en la inserción de los tendones cubitales en la zona interna de la muñeca, también se le llama síndrome del canal de Guyón. - Cabe destacar que estas disfunciones aparecen con la regla, más o menos manifestadas.
- Reflejos de próstata en el sistema músculo-esquelético
Vamos a encontrar problemas muy similares a los de útero, solo que éstos se manifiestan solo en los hombres:
- El más frecuente, sobre todo cuando la próstata está en sus comienzos disfuncionales, se da en la cuarta y quinta lumbar con dolor irradiado hasta el trocanter mayor unilateralmente (casi siempre el derecho).
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- También he comprobado en alguna ocasión que la disfunción de próstata como sucede con el útero, se refleja en la cara interna de ambas rodillas (sobre todo en la derecha) en forma de dolor constante. A esta inflamación también se le llama tendinitis de la pata de ganso.
- Dolor opresivo en el periné sobre todo al estar sentado.
5. Ovario, útero, próstata y dolor de espalda - ¿Qué relación tienen?
En este vídeo te vamos a explicar cómo las repercusiones de los ovarios, útero y próstata pueden provocar dolores de espalda y en las extremidades y en qué lugares específicamente se manifiestan.
6. Origen y causas de las disfunciones de ovario, útero y próstata
El origen emocional en las disfunciones de estos órganos, aunque con matices, están en relación con las mismas emociones que alteran riñón y vejiga: el miedo a no ser amado, a no ser útil, el sentimiento de culpa tan ilógico como real y omnipresente en todas aquellas personas que de niños no sintieron el amor incondicional de sus padres (o más aún en aquellos que sufrieron abusos sexuales a la edad infantil; sería sencillo estudiar la prevalencia de disfunciones y todo tipo de patologías ováricas y uterinas en mujeres que sufrieron abusos sexuales en la infancia).
También el sentimiento de desvalorización que, aunque pueda afectar a cualquier edad, tiene su terreno abonado a partir de la quinta década de la vida: la mujer pierde la capacidad de procrear y los hijos van abandonando el hogar; el hombre va perdiendo de forma evidente capacidades físicas de las que hasta hace poco se sentía orgulloso (entre las que hay que señalar las sexuales), especialmente si ha sido una persona muy activa, que ha desempeñado una relación de dominio en su vida, tanto laboral como familiar, y va comprobando, por él mismo u obligado por el entorno (jubilación) cómo va perdiendo ímpetu, influencia y, en definitiva, poder, lo que le acaba provocando una merma de su autoestima, un sentimiento de desvalorización que abona el terreno para un aumento del tamaño de la próstata.
También el tejido óseo, como parte del elemento agua, se descalcifica como expresión del sentimiento de desvalorización que puede aparecer en las etapas antes mencionadas, junto con otros factores como:
- Acidosis metabólica mantenida durante años, provocada por una mala nutrición (en la que en parte colabora el consumo de lácteos, tema controvertido que desarrollaré en un capítulo posterior) y potenciada por el estrés.
- Falta de ejercicio tan frecuente en nuestra sociedad moderna. - Testimonio de la vinculación de las emociones con las alteraciones de vísceras y del sistema músculo-esquelético
- El sentimiento de desvalorización puede tener otros muchos orígenes: un joven paciente de treinta y siete años, acude a mi consulta por dolor constante, incluso a veces durante la noche, en la cara interna de ambas rodillas de un año de evolución. Todas las pruebas mediante radiografías o resonancia obtenían un resultado normal y el paciente había estado tomando durante largo tiempo un tratamiento antiinflamatorio y analgésico sin ningún resultado. Sin embargo, en un interrogatorio no circunscrito a la rodilla el paciente confiesa
Sentirse cansado, agotado, sobre todo a la altura de las piernas, con una sensación de congestión muy marcada en los gemelos y, con mucha frecuencia, ardor al orinar.
Presión y dolor en el periné en viajes de coche largos.
Tuvo un cólico renal hace 18 meses. Sin duda, todo el elemento agua (riñón-vejiga) está afectado, provocando una prostatitis y un sentimiento de desvalorización asociado que puede venir incluso desde la infancia.
El tratamiento de fitoterapia que le receté obtuvo un resultado espectacular, en diez días había desaparecido el dolor. El paciente acabó confesando un conflicto emocional que nadie conocía y necesitaba desahogar: era homosexual, tenía miedo a no ser comprendido y no ser aceptado, especialmente por su padre. Sin duda un conflicto no resuelto, callado, que comienza por afectar a la vesícula biliar, y termina en un sentimiento de desvalorización que afecta a su riñón-vejiga y en este caso, incluso a la próstata.
Tratamiento de la hernia discal L5 y S1 derecha o quinta lumbar y sacro
¿Quieres saber en qué consiste el tratamiento de una lesión músculo-esquelética de origen visceral, específicamente de ovario, útero o vesícula? Te lo explicamos en el siguiente vídeo.
Roberto Junquera
20/11/2017