Comer un buen plato de ensalada al menos una vez al día es una buena manera de mantener hábitos saludables. Posiblemente no tienes tiempo de estar cortando verduras y lechugas todas las noches ¿cierto? No pasa nada, aquí te propongo cómo conservar tus ensaladas para que duren frescas el resto de los días. Sigue estas pequeñas reglas y tu menú del domingo sabrá tan fresco como el del lunes.
Esto es simplemente una guía básica donde tú puedes introducir toda tu creatividad y los ingredientes que más te gusten. Incluso si estás preparando las 5 ensaladas a la vez, puedes meter pequeñas diferencias entre unas y otras como diferentes ingredientes, otro aderezo, etc… Esta es una manera perfecta de ahorrar tiempo y dinero y asegurarte que sigues teniendo tu dosis de verduras saludables para tu dieta.
Tipos de recipiente
A día de hoy los más comunes son los containers de plástico con tapas. Son ligeros, fácil de llevar y los puedes encontrar de todas formas y tamaños. Incluso se pueden llevar en pequeñas neveras portátiles si tu trabajo no te ofrece neveras.
Otra opción son los tarros de cristal es una perfecta manera de conservar las ensaladas u otros alimentos si no te gusta el contacto de la comida con el plástico. Su única desventaja es que son más frágiles. Son perfectos para desplazamientos en medios de transporte como coche o tren, pero si vas caminando o en bicicleta cuidado con ellos.
Ambos containers son bastante económicos de precio, así que elige el que más te guste y manos a la obra.
El arte de prepararlas
Empieza por hacer tu aderezo: Puedes hacerlo tu mismo o comprar algún vinagre balsámico saludable. Deberás mantenerlo separado del resto de la ensalada para que todos los ingredientes se conserven frescos. Hay tarritos pequeños perfectos para guardar este tipo de salsas. Aquí te dejo unas ideas de algunos aderezos que puedes utilizar.
Las verduras son lo siguiente: Empieza por verduras “duras” como zanahoria, cebolla, rábanos, remolacha, etc. Piensa algo que pueda combinar bien. Tomates, pimientos, champiñones, pepino…
Vierte tus verduras de hoja verde: Esto suele ocupar al menos la mitad del recipiente. Asegúrate de lavarlas y secarlas bien antes de introducirlas en tu táper. Puedes comprar bolsas ya mezcladas que son muy prácticas o puedes cortarlas tu mismo. Lechuga, col, espinacas, rúcula o kale son algunas buenas opciones.
Por último la proteína: Reparte trozos de pollo desmenuzado (puedes hacerlo previamente al grill o simplemente hervido), gambas, tofu, trozos de queso, salmón ahumado o huevo duro son algunas opciones que siempre quedan deliciosas.
Otros ingredientes: Si te apetece también puedes añadir frutos secos (nueces, almendras picadas, semillas de calabaza y de girasol, etc), aguacate, fruta fresca o deshidratada. Si tienes idea de añadir aguacate yo suelo cortar una mitad y meterlo en el táper tal cual. Una vez en el trabajo ya puedes quitarle la cáscara y cortarlo en un momento. De esta forma aguanta mejor y no se pone negro.
A mezclar todo y disfrutar: Una vez llegues al trabajo solo tienes que coger un tenedor, revolver todo bien, añadir tu aderezo y Bon appetit.
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