Actualmente, son muchas las personas cuya dieta está compuesta por alimentos formadores de ácidos como: productos lácteos, carne, huevo, algunas bebidas como el café y gaseosas y todos aquellos alimentos procesados. Para muchos esto es normal, lo que pasa es que cuando la dieta habitual es alta en alimentos formadores de ácidos trae consigo una serie de alteraciones en nuestro cuerpo como:
Aumento de peso
Desequilibrio del Ph (acidez del organismo)
Cansancio
Trastornos digestivos, entre otros.
Estas son solo algunas de las razones habituales por las que las personas optan por adoptar la dieta la alcalina como su estilo de vida. Pero ¿en que consiste en realidad?
Bueno, la dieta alcalina tiene su fundamento en la idea de que si regulamos la acidez de nuestro organismo, podremos prevenir muchas enfermedades. Para lograrlo se recomienda consumir aquellos alimentos que tienen un efecto alcalino, es decir, regulador de la acidez, y reducir o evitar aquellos que producen ácidos. Así se logra alcanzar un óptimo nivel de alcalinidad que le permitirá al organismo funcionar correctamente. Para que una dieta sea realmente alcalina debe estar constituida en un 80% por alimentos alcalinos y en un 20% de alimentos ácidos. En este sentido existen diferentes modalidades de dietas alcalinas concretas.
¿Cómo saber qué alimentos son alcalinos y cuáles no?
Los alimentos alcalinos son los que están compuestos por minerales alcalinizantes como: zinc, magnesio, potasio, manganeso, sodio, calcio, etc, como:
- Frutas, verduras y hortalizas (patatas, limón, tomate, brócoli, espinacas crudas, coles de Bruselas, pepino, calabacín, aguacate, entre otros).
- Frutos secos y semillas (semillas de lino, semillas de sésamo, almendras, castañas, nueces, etc)
- Legumbres (lentejas, soja, alubias, entre otras)
Por otro lado los alimentos ácidos son aquellos que contienen minerales acidificantes como el azufre, cloro, yodo, fósforo y hierro, los cuales han de consumirse con moderación para conseguir un ph adecuado. Algunos de estos alimentos son:
- Mariscos
- Azúcar refinada
- Trigo y harinas de trigo
- Alimentos procesados
- Carne de cerdo y ternera
- Productos lácteos
- Alcohol, cafeína, gaseosas, chocolate, entre otros.
Como puedes notar la dieta alcalina se basa en una sana alimentación, ya que fomenta el consumo de legumbres, frutas, verduras y frutos secos, aun así la dieta alcalina no es necesariamente una dieta vegetariana pues, las carnes no se eliminan por completo solo se reduce su consumo.
Beneficios de adoptar la dieta alcalina
El cuerpo puede absorber mejor los minerales y nutrientes importantes.
Aumenta la producción de energía en las células.
Las células dañadas se recuperan con más facilidad.
Aumenta la capacidad del cuerpo para desintoxicarse de los metales pesados.
Un sistema inmunológico fuerte.
Mejora el sistema óseo.
Regula los niveles de calcio en la sangre.
Disminuir los dolores de cabeza.
Perder peso de manera saludable.
Evita los problemas antiinflamatorios, entre otros.
Cabe señalar que la dieta alcalina como cualquier otra dieta requiere supervisión médica o por un profesional de la salud, ya que hay ciertos factores como: nivel nutricional y del ph, si se toman medicamentos, que pueden interferir en la obtención de los beneficios de esta dieta.
Para quienes desean probar este tipo de dieta se les recomienda incorporarla de manera progresiva en la vida diaria, de esta manera no costara tanto trabajo asimilarla. Para ello se puede empezar por una versión que admita una variedad de alimentos sin que eso signifique que sea desequilibrada. El objetivo no es obsesionarse con la acidez de los alimentos, porque los alimentos ácidos no han de eliminarse por el contrario han de seguir estando en tu dieta ya que también aportan beneficios al organismo.
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