Con este proceso lo que conseguimos es un oleato con todas las propiedades de la menta pero no es un aceite esencial. Lo menciono porque este tipo de procesos suele confundirse con la elaboración de aceites esenciales pero nada tiene que ver, ya que para extraer aceite esencial de menta se requiere un proceso de destilación de la planta.
Ingredientes:
Hojas de menta frescas
Aceite portador (almendras dulces, oliva, trigo..)
1 Frasco con cierre hermético
Elaboración:
Lavamos la menta, con tallo incluído, y le quitamos el exceso de agua con un trapo o con papel absorbente.
Las machacamos con el mortero para aprovechar así al máximo su esencia y liberar sus aceites naturales.
Introducimos la menta en el frasco y las cubrimos por completo con el aceite.
Agitamos, cerramos el bote y lo dejamos reposar 24 horas.
Pasadas las 24 horas, filtramos el contenido del frasco e incorporamos al aceite, hojas de menta nuevas siguiendo el mismo proceso.
Repetimos este proceso durante 3-5 días. Con ello conseguiremos que nuestro aceite sea más aromático y potente. Los días de repetición del proceso dependerán de la fuerza y aroma que queramos conseguir.
Envasar el aceite en un frasco de vidrio oscuro y guardarlo en un lugar fresco alejado de la luz solar.
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