Sufrir de hinchazón en pies y tobillos es un problema bastante habitual, especialmente entre las mujeres y las personas de edad más avanzada, aunque en realidad todos podemos sufrirlo como consecuencia de múltiples factores.
La acumulación de líquidos en nuestro cuerpo puede tener un origen muy variado, que va desde el sobrepeso hasta pasar muchas horas de pie o sentados, no beber la suficiente cantidad de agua, consumir sal en exceso, problemas renales o el propio ciclo menstrual.
Si conocemos lo que origina esta retención de líquidos podremos combatirla de forma mucho más eficaz; si no lo sabes o los factores son varios, siempre puedes ayudarte de estos buenos remedios que compartimos hoy contigo. Sigue leyendo y no dudes en ponerlos en práctica:
Cómo eliminar la retención de líquidos
Baños de frío/calor con sal
Los cambios de temperatura son una forma excelente de activar nuestra circulación y reducir con ello la hinchazón, por lo que resulta de gran ayuda para aquellas personas que retienen líquidos. Si además añadimos al agua un poco de sal, su eficacia se verá incrementada.
Introduce los pies en un recipiente con agua caliente y un puñado de sal gruesa. Déjalos ahí durante 10 minutos. Sécalos y vierte ahora agua fría y otro buen puñado de sal. Vuelve a meterlos ahí durante 5 minutos.
Infusión de cola de caballo
La cola de caballo es uno de los más poderosos diuréticos naturales que existen, por lo que está especialmente recomendada para aquellas personas que tienen problemas de retención de líquidos.
Su preparación es tan sencilla como la de cualquier otra infusión, y bastará con tomar una o dos tazas al día para lograr muy buenos resultados. Si aún no la has probado no lo dudes, te encantará.
Masajes con alcohol o aceite de romero
Al igual que los baños de contraste, los masajes con aceite de romero resultan ideales para activar nuestra circulación y mover los líquidos que se han ido acumulando en nuestras extremidades a lo largo del día.
El aceite de romero lo puedes encontrar en cualquier supermercado, así como también elaborarlo de forma casera en casa, como ya vimos en un artículo anterior. En cuanto al masaje, tan sencillo como aplicar un poco de aceite sobre la zona a tratar y dar suaves movimientos circulares para que la piel lo absorba.
Baños de romero y salvia
Meter los pies en agua es una opción que siempre ayuda a relajarlos y mejorar la circulación, pero si a este agua le añadimos además alguna sustancia extra como salvia o romero, sus beneficios se ven multiplicados.
Calienta agua y un buen puñado de hojas de salvia y romero. Coloca el agua en un recipiente donde quepan ambos pies y sumérgelos ahí hasta que el agua se enfríe. Notarás el alivio de inmediato.
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