Sólo voy a hablarte de comunicación no verbal, de lenguaje corporal, de posturas, y de cómo un simple gesto de tan sólo dos minutos puede llegar a moldear tu identidad, e incluso a cambiar tu vida a fuerza de constancia y repetición.
Siempre hemos sabido que el estado emocional influye de manera decisiva en nuestros gestos y posturas corporales, hasta el punto de que es incluso posible determinar nuestro estado de ánimo a partir de esas señales no verbales.
De hecho, sabemos que ese comportamiento no verbal determina en gran medida qué piensan los demás acerca de nosotros.
Parece evidente que la mente es capaz de provocar cambios en nuestro cuerpo, pero ¿y al revés?, es decir ¿puede nuestro cuerpo inducir cambios en nuestro estado mental?.
Esta es la pregunta que la psicóloga social Amy Cuddy intentó responder en una investigación sin precedentes cuyas conclusiones pueden resumirse en una frase: “El lenguaje corporal moldea nuestra identidad”.
Dos minutos para cambiar tu vida
Como decía las conclusiones del estudio son muy contundentes ya que Cuddy probó en el laboratorio su hipótesis de trabajo. Para ello midió la secreción hormonal de los sujetos del estudio poco después de haber mantenido posturas de poder o de sumisión.
Las medidas se centraron en la Testosterona y el Cortisol, dos hormonas que correlacionan de manera importante con la actitud positiva y dominante, y con la vulnerabilidad al estrés. (No dejes de visualizar el video para entender con claridad el experimento).
Los resultados fueron claros. Los sujetos que habían mantenido durante dos minutos una postura de poder vieron como su Testosterona subía (mayor positivismo y dominancia) y su nivel de Cortisol bajaba (menor vulnerabilidad al estrés) de forma significativa. Lo contrario ocurrió con los sujetos que había mantenido durante ese mismo tiempo una postura de sumisión.
Pero, ¿es esto realmente posible? Parece que sí. Esos 2 minutos conducen a estos cambios hormonales que configuran el cerebro, para hacerlo más positivo, seguro, cómodo y libre de estrés.
La siguiente pregunta viene rodada, ¿es posible que una posición de poder de 2 minutos pueda cambiarte la vida de manera significativa? Amy Cuddy lo tiene claro:
“Antes de la próxima situación estresante de evaluación, durante 2 minutos, traten de hacer esto, en el ascensor, en el baño, en su escritorio a puerta cerrada. Configuren su cerebro para lograr lo mejor de la situación. Hay que hacerlo suficientemente hasta transformarse e internalizarlo”.
Supongo que a estas alturas ya has llegado a entender el verdadero poder de esta estrategia. Sólo necesitas tu cuerpo, algo de privacidad y dos minutos frente al espejo, y verás cambiar tu vida.
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