De embarazo y lactancia hemos hablado mucho en nuestra sección "Nutrición en las diferentes etapas de la vida", pero no está de más recordar de nuevo algunos aspectos claves de esta etapa.
La alimentación de la madre es fundamental para favorecer un mejor estado de salud materno-infantil, desde antes de la gestación, ya que es importante empezar una suplementación en ácido fólico al menos 2 meses antes de quedarse embarazada.
Una buena alimentación en este período ayuda a reducir las molestias más frecuentes y el riesgo de enfermedades en la madre, entre las que encontramos:
§ Anemia ferropénica.
§ Anemia megaloblástica.
§ Obesidad.
§ Diabetes gestacional.
§ Náuseas y vómitos.
§ Depresión postparto.
§ Estreñimiento.
§ Ardores.
Siendo el estreñimiento y la diabetes gestacional, sin olvidarnos de la hipertensión, las patologías que más afectan a la mujer.
El estreñimiento es común al verse ralentizado el funcionamiento del aparato digestivo a causa de los cambios hormonales. Para evitarlo es importante consumir fibra, sobre todo proveniente de fruta, verduras frescas y legumbres. Sin olvidar consumir aceite de oliva, que ayuda a regular el tránsito intestinal.
En el caso de la diabetes gestacional, ésta es un tipo de diabetes que aparece en algunas mujeres embarazadas, generalmente en el segundo o tercer trimestre de la gestación.
En estas mujeres suele haber un historial familiar de diabetes y generalmente la diabetes desaparece tras el parto, aunque podrá aparecer en siguientes embarazos. El tener diabetes gestacional predispone con el tiempo a padecer de diabetes tipo II. Este tipo de diabetes se debe controlar durante el embarazo para mantener una buena salud entre la madre y el feto.
Por lo que se deben consumir alimentos ricos en fibra ya que ralentizan la absorción de azúcar, así como evitar el alto consumo de azúcares de absorción rápida.
De la misma manera, para prevenir la hipertensión, cuyo riesgo aumenta durante el embarazo, se deben evitar alimentos ricos en sal, como son los congelados y precocinados o los enlatados, cuidado con el uso de las especias, ya que algunas están contraindicadas tanto en el embarazo como en la lactancia.
Lo mejor es seguir una dieta sana y equilibrada, teniendo en cuenta los gustos y preferencias de la mujer,de esta manera se consigue llevar un buen embarazo, sin ningún tipo de déficit de nutrientes que pueda afectar al feto y provoque patologías tales como bajo peso al nacer, macrosomia (nacer con un peso superior al normal), prematuridad, espina bífida o bajo desarrollo neuroconductual.
Consulta con tu médico y tu nutricionistas, porque no hay mejor te quiero, que cuidar a un pequeño desde cero.
¡¡Feliz día de la nutrición!! Y recordar visitar la página de la FESNAD para mayor información pinchando aquí.
Os esperamos el viernes con una deliciosa receta, mientras tanto, ¡ser felices!
Realizado por Jorge Ibarra Morato