Las pieles intolerantes se diferencian de las sensibles por poseer un grado de sensibilidad extrema, prácticamente no toleran nada reaccionando a la mínima agresión, incluso pueden llegar a ser dolorosas.
Este tipo de pieles reaccionan incluso con los productos cotidianos para el cuidado de la piel: geles de baño, hidratantes, lociones, perfumes, etc… provocando daños en la barrera de protección de la piel, dejándola desprotegida, deshidratada y tirante.
Las terminaciones nerviosas de la piel también se ven afectadas en el caso de las pieles intolerantes, la piel sufre una reacción a la respuesta nerviosa cutánea que puede llegar a provocar una inflamación.
¿Qué factores intervienen en las pieles intolerantes?
El uso de cosméticos inadecuados para este tipo de pieles o que contengan substancias irritables. Las pieles intolerantes deben evitar cualquier cosmético que en su formulación contengan ingredientes como aceites esenciales, diméthylaminopropylamine, diméthylsulfoxide, peroxyde de benzoyle…
Un contacto prolongado con el agua y más cuando ésta es dura.
Factores ambientales como el sol, el calor, el frío, el viento, la polución, los cambios de temperatura bruscos…
Ciertos medicamentos pueden provocar también la reacción de las pieles intolerantes.
El estrés, la ansiedad, el insomnio también pueden provocar reacciones en las pieles intolerantes.
Algunos tratamientos estéticos como las depilaciones por láser o los liftings.
Cuidados de las pieles intolerantes
Las pieles intolerantes requieren unos cuidados específicos que la protejan, la hidraten, que mantengan su estructura y funcionalidad manteniéndola sana.
La higiene de la piel se ha de realizar con limpiadoras y desmaquillantes suaves, sin aclarado y sin jabón, específicos para este tipo de pieles.
En el maquillaje es aconsejable utilizar maquillajes correctores también específicos para pieles intolerantes.
Los cosméticos para tratar este tipo de pieles deben contener fórmulas ligeras y que estén testados bajo control dermatólogico, hipoalergénico y no comedogénico. Sin perfumes, sin fotosensibilizantes, sin irritantes, sin aceites esenciales y con un límite mínimo de conservantes.
Los ingredientes de los cosméticos más adecuados para tratar las pieles intolerantes son las aguas mineralizadas, los aceites reparadores y antirojeces, los activos capaces de estimular las defensas naturales de la piel y los hidratantes como el aloe vera, glicerina, manteca de karité…
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