Lo primero, debemos preguntarnos por qué escoger bien el calzado es importantísimo en el caso de una persona mayor. El calzado juega un papel crucial en el equilibrio y además, una rozadura o herida en los pies de nuestros mayores puede llevar a complicaciones en el caso de sufrir ciertas enfermedades como la diabetes.
Aquí os dejo 10 consejos para elegir el calzado adecuado:
1. Elige la talla correcta: Con la edad, la sensibilidad en los pies disminuye por lo que las personas mayores tienen dificultades para saber si un zapato les aprieta mucho o no. Un calzado muy ajustado provoca dolores y rozaduras, uno demasiado holgado inestabilidad y pérdida de equilibrio. Lo primero es probarse siempre el calzado, no todas las marcas dan la misma talla. Desliza el pie hacia delante hasta que los dedos choquen con el zapato y comprueba entonces que en la parte trasera hay espacio de aproximadamente el ancho de un dedo. Realiza la prueba con los dos pies.
2. Si utilizas plantillas especiales de ortopedia, no dudes en llevarlas para probarte el calzado y elegir así la buena talla.
3. Compra el calzado al final del día: Es por la tarde- noche cuando los pies están más hinchados por lo que escogeremos mejor a esta hora que a primera hora de la mañana.
4. Usa siempre calzado de buena calidad y transpirable: En los últimos años se ha introducido en el mercado calzado muy barato y de dudosa calidad que puede perjudicar y dañar los pies.
5. Evita los cordones: Con la edad, agacharse y hacer la lazada puede resultar complicado, además de desatarse y provocar una caída. Elige calzado con velcro o elásticos en los laterales.
6. Escoge calzado cerrado en la parte trasera: Para una buena sujeción, el calzado debe ser siempre cerrado por atrás, nunca llevar chanclas.
7. Opta por calzado con la punta redondeada y ancha: Es frecuente que los dedos de las personas mayores estén ligeramente en garra o deformados por lo que necesitan espacio para acoplarse y acomodarse.
8. Evita calzado muy plano o que supere los 4 cm de tacón: Una suela flexible y de goma nos permite amortiguar bien el impacto con el suelo y no resbalar. Demasiado tacón hará que pierdas el equilibrio y el zapato muy plano que las plantas de los pies sufran. Un calzado con una ligera cuña también es una buena opción.
9. Presta atención a los calcetines o medias: Son igual de importantes que el calzado, deben ser de tu talla, no apretar y no formar pliegues que dañen los pies.
10. Elige calzado adaptado a cada estación: Aunque parece lógico, a veces no elegimos bien. En verano, el calzado debe ser ancho y transpirable ya que los pies tienen tendencia a hincharse y a sudar. En invierno llevaremos calzado cerrado, que sujete bien el talón y el tobillo y para la lluvia calzado impermeable y con suela antideslizante.
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