Vamos a intentar explicarlo con palabras sencillas, no técnicas, para simplificarlo.
Nuestro cuerpo, químicamente, está formado por complejos de sales compuestas responsables de mantener en nuestro cuerpo alrededor de un 80% de agua (H2O).
Las distintas reacciones metabólicas que ocurren en nuestro cuerpo se basan principalmente en el intercambio de iones para pasar las sustancias de un elemento a otro, como pueden ser:
la nutrición celular,
el intercambio de sustancias en la sangre o la linfa (absorción de sustancias tóxicas, llevar nutrientes a cada parte del organismo),
desarrollo de bacterias, virus, parásitos, hongos.
La composición del agua consta de 2 iones positivos de hidrógeno y 2 iones negativos de oxigeno, a través de los cuales se consiguen reacciones químicas en nuestro organismo con las distintas sales que forman nuestra materia.
El equilibrio en nuestro pH
Nuestro cuerpo mantiene un equilibrio saludable, cuando nuestro organismo tiene un pH neutro, o sea, un equilibrio en cada zona de nuestro cuerpo entre iones negativos y positivos.
Cuando una zona del cuerpo aumenta en exceso los iones positivos, significa se está acidificando, posiblemente por la presencia de virus u hongos.
Cuando una zona del cuerpo aumenta en exceso los iones negativos, se está alcalinizando, posiblemente por presencia de parásitos o bacterias.
Debemos entender que vivimos en simbiosis con parásitos y bacterias en nuestro organismo, sobre todo a nivel intestinal, para ayudarnos a disolver los alimentos y absorber sus nutrientes. Deben estar en equilibrio en nuestro organismo y en las zonas adecuadas, sin invadir otras.
Todos los patógenos no se desarrollan si no tienen un terreno adecuado para crecer o mutar. Al igual que las larvas de rana están latentes y sólo se desarrollan si hay terrenos húmedos y charcas, lo mismo ocurre con los patógenos en nuestro cuerpo. Podemos tenerlos durante años en nuestro cuerpo sin que nos causen problemas aparentes, ni generen enfermedad alguna; larvados en una zona del cuerpo donde les permite subsistir hasta darse en una zona las condiciones para desarrollarse y multiplicarse.
De la siguiente forma:
Los hongos necesitan de un virus que les prepare el medio en el cual poder crecer; si se elimina el virus el hongo se reduce.
Los virus sólo son agresivos cuando están asociados a un hongo o una bacteria con quien se desarrollan en simbiosis.
Los parásitos necesitan bacterias de las que alimentarse; si un parásito consume bacterias que necesita nuestro cuerpo para el equilibrio, provocará que nuestro cuerpo favorezca el crecimiento masivo de dicha bacteria, tratando de equilibrar su nivel y generando un ciclo de aumento de parásitos.
Los parásitos pueden estar afectados por bacterias o virus y actuar como portadores de bacterias.
Alteración del pH en una zona del cuerpo
Hay muchos factores que pueden alterar la alcalinidad/acidez de una zona corporal.
El cuerpo trata, en todo momento, de equilibrar el medio; para ello, cuando en una zona se da un exceso de acidez, genera en otra zona un exceso de alcalinidad.
Esto, en ocasiones, en lugar de ayudar a sanar provoca mayor problema; genera dos enfermedades, una que da la cara y otra que puede quedar oculta sin síntomas.
Los factores que pueden causar desequilibrios pueden ser:
Físicos: un accidente traumatológico creando zonas por donde penetrar patógenos que se desarrollen.
Químicos: sustancias que ingerimos al respirar, comer o por contacto provocando una alteración del PH que beneficia el desarrollo de patógenos.
Emocionales: una alteración emocional puede generar fuertes cambios
Vivencias: todo lo que experimentamos en nuestra vida se escribe en nuestro cuerpo de forma particular con los sentimientos que lo recibimos. Un shock nos paraliza momentáneamente y según sea nuestra forma de sentir se registrará de una forma u otra. Puede plantear una parálisis local, miedo ante situaciones posteriores parecidas, alteración de un órgano del cuerpo por la tensión fascial originada, etc.
Colores, sonidos, olores: todo en el mundo físico es onda vibracional. Una piedra, un líquido, un animal, una planta, un gas,....emiten ondas vibracionales según su estructura ortomolecular de energía; como tales interactúan con el entorno que les rodea.
El estrés es bueno y natural, pero el vivir en constante estrés perjudica, he tenido casos donde les disparaba el colesterol sin necesidad de comer carnes rojas ni otros alimentos a los que se atribuye la causa.
Un color nos puede animar, ilusionar, deprimir, etc; ello crea en nuestro organismo reacciones químicas alterando nuestro estado, bien para mejorar, bien para perjudicarnos. Lo mismo pasa con sonidos, olores, imágenes, tacto. Dicha alteración química se puede registrar en un órgano, músculo, articulación provocando disfunciones y favoreciendo el desarrollo de patógenos en las zonas con el PH alterado.
Algunas técnicas de utilidad
Biomagnetismo
Con ésta técnica desarrollada por el Dr. Goiz se intenta armonizar el pH de las distintas zonas del cuerpo.
Se basa en la aplicación de campos magnéticos positivos o negativos allí donde nos marque el desfase al testar al cliente.
A su vez se debe complementar este trabajo con cambios en rutinas del cliente para no seguir creando dicha disarmonia y volver a los mismos problemas.
Otras técnicas para regular
Cromoterapia: cada color vibra en una frecuencia de onda particular, la cual actúa en nuestro cuerpo y puede ayudar generando cambios químicos.
Musicoterapia: cada sonido también tiene su propia frecuencia de onda interactuando y provocando cambios químicos para generar sustancias que pueden ayudarnos a regular nuestro organismo.
Acupuntura: la inserción de agujas en determinados puntos corporales activa generar sustancias sin necesidad de tomarlas del exterior, con el beneficio de tener dichas sustancias nuestro ADN y no generar rechazo.
Shiatsu y digitopresión: variante de la medicina oriental que usa la presión de dedos, en lugar de agujas, en puntos concretos.
Yoga, Qi Gong,... : a través de estiramientos musculares genera eliminación de toxinas, nutrición celular, tonificación órganos, relajación mental para regular producción hormonal.
Masaje: hay muchas variantes, sueco, californiano, lomi-lomi, tailandés,... Con presión de dedos, palma manos, pies, brazos o pases suaves se activan sustancias que ayuden a regular las alteraciones. En muchas ocasiones basta con ser un masaje relajante que ayude al cliente a desconectar su mente; las células del cuerpo al no necesitar estar alerta pueden ocuparse de regenerarse; nuestro cuerpo es inteligente y está diseñado para sobrevivir.
Hábitos alimenticios: si bien, con la industrialización y la producción masiva de alimentos con abonos químicos, éstos no tienen un equilibrio de minerales, un cambio en las rutinas de alimentación ayudan a mejorar nuestros problemas.
Hábitos posturales: se habla mucho de hacer ejercicio pero se habla muy poco de corregir posturas antinaturales que pinzan nervios de la columna o dañan órganos por presión. Como decía una instructora mía el cuerpo necesita abrir espacios dentro para que respiren sus distintos componentes y puedan nutrirse.
Relajación u oración: al relajar nuestra mente permite a las células nutrirse por si mismas. La oración con sentimiento provoca frecuencias de onda internas capaces de ayudar a sanar. Está demostrado a través de las fotografías que hacía Masaru Hemoto al agua después de aplicarle sonidos, colores, oraciones o palabras escritas, cómo se transformaba su estructura ortomolecular; no olvidemos que somos un 80% agua y cualquier vibración o frecuencia de onda puede influirnos para bien o mal.
Algunas reflexiones finales
En mi experiencia profesional, no paro de sorprenderme cómo cambia el organismo con cualquiera de las técnicas que manejo. Algunas muy baratas, pues con ir a unas clases para aprenderlas, luego basta practicarlas uno mismo como rutina semanal. Otras requieren del profesional que te las aplique o te oriente para recuperarte o mejorar cada día en tu salud o como persona.
Espero pueda ayudar a entender éste maravilloso mundo compuesto de Energía Universal interconectada entre sí, aparentemente de forma mágica.
Como diría el androide que muere al final de la película Blade Runner: "He visto cosas increíbles".
Yo, no sólo las he visto, he podido sentirlas. Sentir como una buena amiga entraba en mi mente y veía cosas creadas solo en mi imaginación, con todo lujo de detalles. Sentir cómo fluye más energía en lugares con más humedad (bosques de Galicia, islas, bosques de Colombia). Sentir cambios en mi cuerpo y mente con la práctica del ECO Pilates que manejo y doy clases, técnica basada en la combinación de respiración y ejercicio suave sentado o tumbado; cambia tu estructura corporal, orgánica y mental.
Leer artículo en Saludterapia