Perder kilos es complejo. Hay errores que se cometen a la hora de bajar de peso tanto fuera como dentro del gym y debes conocerlos.
¿Por qué?
Porque allí puede estar la razón por la que no estás consiguiendo el objetivo que quieres.
Muchas personas tienen hábitos que para ellos resultan normales y allí puede estar la razón por la que no bajas de peso.
Lo que menos queremos en Full Músculo es que después de que te decidiste a hacer ejercicios e inscribirte en el gimnasio desistas después de un mes.
Para bajar de peso hay que ser constantes y evitar cometer errores tanto dentro como fuera del gym.
Por eso en este post te vamos a traer una serie de hábitos que son considerados errores que no te permiten lucir como quieres.
¿Cometes algunos de estos errores?
1.- No calentar
Antes de comenzar a entrenar es sumamente importante que hagas un calentamiento.
De esta forma tendrás a tus músculos ya preparados para la exigencia que les espera (1).
No importa el tipo de ejercicio que realices, ya sea cardio, con pesas o máquinas.
Si comienzas a entrenar de una vez el músculo estará frío y si lo exiges a la primera aumentas el riesgo de lesiones (1).
Pequeños movimientos circulares en tus articulaciones, trotes suaves o una caminata durante unos 10 minutos es suficiente para que el cuerpo sepa que viene una actividad física fuerte.
Gracias a esta acción reduces grandemente las posibilidades de una lesión, que lejos de ayudarte a bajar de peso te hará parar.
2.- Expectativas irreales
Cuando comienzas a ejercitarte estás iniciando una serie de hábitos nuevos que necesitan tiempo para sustituir a los viejos.
Si tu misión es bajar de peso o mantener el que tienes, entonces deberás tener paciencia con los resultados.
Muchas personas se desesperan porque no ven que en una semana perdieron 5 kilos como prometen las dietas milagros.
Crear ese tipo de expectativas irreales es la principal razón por la que muchas personas abandonan el gimnasio y la dieta que siguen.
Si estás haciendo las cosas bien (haces ejercicios y cumples tu dieta) será cuestión de tiempo para que veas los resultados.
Como lo dijimos al inicio. Perder peso no es fácil. Por eso hay que tener paciencia y ponerse metas reales.
Pensar en perder 5 kilos a la semana es sumamente complejo. Además de dañino para la salud.
También debes tomar en cuenta que con el paso de las semanas el cuerpo se va a ir adecuando a que consume menos calorías de las que quemas por lo que irás perdiendo cada vez menos peso.
3.- No usar la ropa adecuada
Te puede parecer banal este punto. Pero lo cierto es que la ropa que estás usando puede ser tu peor enemigo.
El que haya ropa especial para hacer ejercicios no es producto del marketing.
Es porque te permitirá realizar mejor tu rutina sin que haya ningún problema.
¿Cómo influye la ropa en tu rutina?
Si usas chaquetas térmicas o eres de lo que te “envuelves” en plástico para entrenar y con ello sudar más para “adelgazar”.
Te tenemos una noticia.
No estás adelgazando. Lo que estás haciendo es perder líquido que repones al momento de hidratarte.
Ese tipo de ropa lejos de ayudarte lo que hace es que la fatiga aparezca más rápido porque corres el riesgo que te deshidrates, ya que hay una pérdida acelerada de líquidos que hay en tu cuerpo.
Llegar a un cuadro de deshidratación puede hacer que te lesiones o descompenses. Así que ten cuidado con este tipo de estrategia.
Otra forma es utilizar ropa de algodón o algún tipo de tela que sea “pesada”. Cuando sudas se vuelve aún más densa.
Cuando realizas levantamientos de pesas este tipo de ropa no te ayuda al movimiento natural. Además de poner un peso adicional a tu cuerpo que no te permitirá completar tu rutina.
4.- Poco entrenamiento
Muchas personas piensan que para bajar de peso solo basta con ir par de días en la semana al gym y despreocuparse el resto de los días.
Son muchos los detalles que debes tener en cuenta si quieres perder unos kilos, y entre esos está el ejercicio.
Debes entrenar un mínimo de 3 días a la semana. Siendo el ideal unos 5 días con dos de descanso para que puedas reponer fuerzas y energías.
Si a esto se le suma que durante esos dos días no te entrenas de la forma adecuada o que solo haces uno 10 minutos en la caminadora no podrás conseguir tu objetivo de perder peso.
Después de un tiempo va a llegar el estancamiento y dejarás de perder peso. La frustración aparece y adiós gimnasio.
¿Te suena familiar la escena?
Es el momento de cambiar.
5.- No cambiar la rutina
Si le quieres huir al estancamiento es sumamente importante que cambies tu rutina cada 2 o 3 meses.
Con el cambio de rutina no solamente nos referimos a que aumentes la cantidad de series y repeticiones que realizas, que siempre es una estrategia que funciona bastante bien.
Pero después de un tiempo también es importante que le des un giro a los tipos de ejercicios que realizas.
Incorpora unos nuevos o hazlo más complejos o un movimiento mucho más completo, que es parte de la tendencia en el mundo fitness.
Con estos pequeños ajustes podrás seguir perdiendo peso de forma constante. No hay estancamiento y tú no te deprimes o desesperas.
6.- Hacer solo abdominales
Demasiadas personas creen que tener un vientre plano y marcado solo requiere de abdominales y más abdominales.
No podrían estar más equivocados, los ABS se revelan en la cocina. Sí, así como los estás leyendo.
De nada servirá hacer muchos abdominales y no tener una buena alimentación.
Si no cuidas lo que comes y sigues con hábitos poco sanos, de tomar muchas gaseosas y comer muchas frituras. Toda esa grasa irá a tu abdomen (2).
Por eso es importante que cuides tu alimentación y te preocupes en tener una saludable (3).
Cuando vas al gym los que haces es fortalecer los abdominales, pero para que vean la luz del sol debes tener una buena alimentación.
De lo contrario lo que vas a hacer es “esconder” la grasa abdominal y no las vas a eliminar.
Al tener mucha grasa en la zona abdominal eres más propenso no solo a engordar, sino que puedes caer en la obesidad (3).
Amén de desarrollar enfermedades como la diabetes, así como volverte más propenso a sufrir del corazón y la tensión arterial.
Un ejemplo de ellos fue un estudio que realizó el Instituto Hopkins (4), que monitoreó a 60 hombres y mujeres que pesaban más de 200 libras.
30 de ellos comenzaron una dieta baja en carbos y los otros 30 en grasa. Además debían realizar ejercicios de forma moderada.
Después de seis meses se encontró que mientras más grasa abdominal perdieron los participantes del estudio hubo un mayor flujo sanguíneo.
“El estudio demostró que la cantidad de mejoría en los vasos estaba directamente relacionada con la cantidad de grasa central o de barriga que perdían los individuos, independientemente de la dieta en la que estuvieran”, dijo Kerry Stewart, uno de los científicos que participó en el estudio.
7.- Tomar en cuenta a los entrenadores o monitores
En los gimnasios los monitores no están solo para mostrar sus grandes músculos y que tú sueñes con tenerlos.
No, están allí para ayudarte a realizar los ejercicios de la forma correcta.
Si eres de los que apenas vas a iniciar con tus rutinas es sumamente importante que tomes en cuenta sus recomendaciones.
Las malas posturas no solo te hacen más propenso a las lesiones, sino que no conseguirás los resultados que esperas.
Toma nota de las sugerencias que te hacen.
También les puedes pedir consejos sobre el tipo de rutinas que vas a hacer y así logras bajar de peso.
8.- Descuidar la comida
Bajar de peso es cuestión de control.
Control de porciones, alimentos y más aún de calorías que consumes.
Tener control de lo que comes es sumamente importante. No solo los días en los que vas al gimnasio sino precisamente en esos en los que no vas.
Por qué, porque ese día vas a quemar menos calorías de las que ingieres.
Tienes que tener cuidado con los excesos.
Si algún día quieres darte un gusto o tus amigos te invitan a una fiesta y no paras de comer. Debes saber que en la semana tienes que aumentar tu rutina y controlar un poco más lo que comes.
No pagues por obtener dietas famosas o de dudoso origen. Si quieres un buen plan acude a un nutricionista.
Las dietas milagros no funcionan.
El efecto rebote es demoledor porque puedes llegar a recuperar el doble de kilos que perdiste en muy poco tiempo.
9.- Evitar el entrenamiento con pesas
Muchos asocian el entrenamiento de pesas al volumen y no a bajar de peso.
Debes tonificar músculos con un buen ejercicio con pesas para tener un cuerpo firme.
Aunque te parezca difícil de creer el entrenamiento con pesas bien ejecutado te hará quemar grasas tanto como el ejercicio cardiovascular.
Esto se debe a que los músculos necesitan más energía para recuperarse y por eso vas a seguir quemando calorías de forma constante.
Los entrenamientos con pesas son sumamente exigentes y la recuperación también, por eso obliga al cuerpo a trabajar de más para lograrlo.
Un estudio (5) realizado en 16 hombres encontró que después de ejercicios en el que se incluía el press de banca y las sentadillas hubo un mayor consumo de oxígeno una vez que terminó de entrenar que en otros tipos de ejercicios.
Debido a ello hubo una mejor respuesta a la quema de grasa. Por lo que los investigadores sugieren que para futuras investigaciones sobre el control de peso se tome en cuenta el entrenamiento de resistencia de alta intensidad.
En el caso de las mujeres no tengan miedo de que van a lucir grandes músculos y parecer hombres.
Por una razón de genética no va a suceder, porque los músculos de las mujeres no son tan grandes como el de los hombres y tampoco tienen testosterona que ayuda a aumentar la masa muscular.
Así que puedes respirar tranquila.
10.- Siempre levantar el mismo peso
Debes estar en constante observación y adaptación de tus rutinas para que tu cuerpo no se acostumbre.
Es vital que aumentes el peso que levantas constantemente para mantener a tu cuerpo en evolución.
Este punto se relaciona con el de cambio de las rutinas.
Aumentar el peso que levantas con el paso de las semanas, así como las series y repeticiones hará que tu cuerpo no se acostumbre a la exigencia.
11.- Obviar el estiramiento
Algunas personas lo consideran una pérdida de tiempo, pero a largo plazo puede ocasionarte lesiones si olvidas estirar después de haber realizado el entrenamiento.
Ayuda a aliviar la tensión que hay en tus músculos después de una buena rutina de ejercicios.
Así como es importante calentar antes de iniciar tu entrenamiento es mucho más importante estirar al terminar.
Con ello no solo evitarás lesiones sino los temidos dolores después de una exigente sesión de ejercicio (6).
Además así le envía la señal al cuerpo de que la exigencia llegó a su fin y la tensión bajará.
Referencias
https://www.importancia.org/calentamiento-fisico.php
https://culturacientifica.com/2014/01/20/la-grasa-abdominal-depende-del-ejercicio-que-hagas-sino-de-la-grasa-que-consumas/
https://stopalaobesidad.com/tag/grasa-abdominal/
https://www.hopkinsmedicine.org/news/media/releases/losing_belly_fat_whether_from_a_low_carb_or_a_low_fat_diet_helps_improve_blood_vessel_function
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11882927
https://www.um.es/univefd/estirar.pdf