Con el tiempo, esto va cambiando, el otro ya no está tan idealizado, y lo vemos como una persona cualquiera en el sentido, que le encontramos defectos, cosas que no nos gustan, y por esto a veces vienen ciertas discusiones en la pareja, en el caso, de que el amor sea fuerte, los que tienen este vínculo, limaran asperezas, harán pactos para entenderse, ante los conflictos que les surjan, y deberán usar el diálogo, como herramienta fundamental, para que la pareja siga creciendo, se nutra, no hagan meseta, no se estanquen ni se aburran.
Siempre es bueno tener proyectos, una pareja sin proyectos tiene poco futuro, y sin diálogo termina agonizando, en un sinfín de discusiones porque no se entienden EL UNO AL OTRO, dado que la comunicación que faltó no les permitió conocerse ni comprenderse, para que no se acumulen sentimientos de odio, resentimientos, celos, emociones que muchas veces son muy viejas pero que repercuten en la vida actual de quienes tienen una relación.
Es decir que si la pareja se comunica, dialoga en el momento sobre sus conflictos, y los va resolviendo sobre la marcha, a través de pactos, tratos y compromisos mutuos, será muy factible que puedan convivir y construyendo ese amor a diario, el amor se construye diariamente, no es algo que uno deja librado al azar, la pareja requiere trabajo, para que funcione como cualquier vínculo.
Hasta acá hablamos a grandes rasgos de amor, de sus controversias, y momentos, de las herramientas necesarias para que el amor sea una construcción constante, y podríamos decir, saludable.
Pero quiero introducir un término, que lejos del amor es patológico, destructivo y engañoso que se ve muy seguido en hombres, pero sobre todo en mujeres, LA OBSESION, que obviamente no es amor, es una idea fija y constante sobre el otro.
Las personas que en vez de amar se obsesionan, sufren terriblemente, y hacen sufrir a su compañero, para sus allegados, también son poco llevaderas dado que en su mayoría son monotemáticas, y solo hablan de la persona de quien dicen “estar enamoradas”, quienes pasan con ellas mucho tiempo, se agotan, porque no pueden construir una conversación rica y variada en temas, porque cualquier palabra, canción, nombre, calle, etc. Será la esperada oportunidad para que el obsesivo/a, pueda volver a retomar el tema y hablar de su amado.
Esto sucede en el plano social, con amistades, familiares, conocidos, pero el sujeto cuando está en soledad, continua con esa idea fija, que tiene nombre apellido, y número de DNI, piensa en ella todo el tiempo, y en ese tiempo, que es todo el día de todos sus días, más allá de la presencia de la repetición en los pensamientos, está el tema que de tanto pensar en el otro, también surgen sentimientos, como los celos, o la angustia, porque empieza a pensar que está haciendo el otro, porque no lo llama, entra en desesperación, porque la DUDA es otra característica del obsesivo, y empieza a creer o que lo están engañando o no lo aman, o lo van a abandonar, imaginemos por un momento si pensamos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos en un mismo tema, las ramificaciones, y elucubraciones de tanto pensar, hecho que genera un trabajo psíquico terrible, nos llevaran a suponer las cosas más absurdas.
Al mismo tiempo, que se padece de esta idea fija, se piensa solo en alguien, se hace todo para gustarle a ese alguien, se sueña con ese alguien, también SE PASA AL ACTO, vienen las acciones, propias de la duda que genera la obsesión, y las acciones que la alimentan, (con el avance tecnológico, esto para estas personas es ideal), miran mil veces el celular para saber cuándo está en línea su pareja, hasta que hora de la noche, y obviamente surge el interrogante tortuoso de con quien habla y porque y de que, y esto a quien lo padece también le provoca trastornos del sueño, porque no podrá dormirse hasta escribirle a su amor para preguntarle con quien habla y porque, y acá nos encontramos con que el ser tan amado comienza a sufrir acoso por parte de la persona obsesiva, dado que esta lo controla, sospecha de todo, imagina cosas que no son, y esto obviamente trae discusiones que cada vez serán más seguidas, y que tendrán como base, LOS CELOS, hacia toda persona que se le acerque al objeto amado.
Queda claro el sufrimiento que padece el o la obsesiva, pero hay algo más preocupante, llega un momento en que sólo le importa su amado, toda su libido esta puesta en su pareja, y su mundo se reduce solo a esto. Por lo tanto, abandonará o descuidará todo lo que no esté relacionado con su obsesión, si es estudiante no leerá, quizás no asista a las clases, rendirá mal porque por su obsesión no puede sentarse a estudiar, y concentrarse en nada que no sea su objeto de deseo, y quizás hasta termine abandonando los estudios. Lo mismo pasará en el trabajo si lo tiene, porque lo único que importa es la otra persona, ninguna otra cosa le da sentido a su vida, la alegría, la risa, la tristeza porque todas las emociones, solo provienen de su ser amado.
Queda claro, que vivir así es una tortura, tanto para el obsesivo, como para su pareja, que será objeto de los planteos más coherentes, incoherentes, que queda casi a modo de rehén porque el obsesivo lo ha cosificado, lo convirtió en cosa, en su objeto y por lo tanto, le quitó las cualidades de sujeto, propias de toda persona, el otro es una cosa, que creo mía, o quiero que sea mía y eso es lo único que me importa en la vida, porque es lo único que me causa emociones, y eso me hace sentir viva, creo que amo, y amo si estoy viva. Pero teniendo en cuenta lo que se planteó al comienzo, sobre el amor, y su modo saludable de vivirlo y construirlo, queda claro, que estar obsesionada/o no es estar enamorada/O.
Estar enamorado, es un estado normal y saludable, estar obsesionado es estar padeciendo una patología, que hasta puede ser peligrosa en el caso de que el obsesivo, pierda el objeto de amor, porque ahí sentirá que en su vida no tiene nada, aunque lo tenga todo, su percepción será esa.
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Dra. Lorna Zitarosa