Se desconocen las causas que provocan las enfermedades autoinmunes, pero si se tienen en cuenta los factores hormonales, genéticos, infecciosos y como no, ambientales.
Algunas de esas enfermedades más conocidas son: esclerosis, enfermedades inflamatorias intestinales, artritis reumatoide, Hashimoto, psoriasis y un larguísimo etc.
Hasta la fecha, no tienen cura.
La alimentación en las enfermedades autoinmunes
No existe una dieta genérica como tal para éstos problemas, pero si existen alimentos con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar en el proceso de éstas enfermedades y está más que documentado que la mayoría reaccionan de forma positiva a los cambios de dieta.
De hecho y según una investigación realizada en Suecia, el estudio realizado a una serie de participantes a los que se les pautó la ingesta de ciertos alimentos, arrojó resultados muy positivos. Actualmente, se sigue investigando en el avance.
Protocolo autoinmune
El protocolo autoinmune no es una dieta sino un método o plan alimentario temporal en el que se elimina durante 1 a 3 meses (o más tiempo, depende del paciente) aquellos alimentos que pueden promover la inflamación y provocar reacciones autoinmunes en el organismo para después, reintroducir de nuevo los alimentos previamente suprimidos y así poder identificar cuáles son los que provocan dicha reacción.
Debemos recordar que en torno al 70% de las células inmunitarias se encuentran en el sistema digestivo por lo tanto, debemos regenerar y repararlo para reducir al mínimo la actividad inmunitaria.
Alimentos excluidos en la fase de eliminación:
Lácteos
Aceites vegetales (aceite soja, lino, colza …)
Cereales
Legumbres
Azúcares y edulcorantes naturales o artificiales
Semillas, frutos secos y especias derivadas de semillas (mostaza, nuez moscada, comino, pimienta …)
Solanáceas (patata, tomate, berenjena, pimiento, morrón…)
Huevos
Alcohol
Chocolate, cacao y café
Aditivos alimentarios
Alimentos permitidos:
Grasas (aceite de oliva virgen, de coco, grasa de animales de pasto)
Carne, aves, vísceras, marisco y pescado
Frutas y verduras, excepto las solanáceas (patata, tomate, berenjena, pimiento, morrón…)
Alimentos probióticos (kombucha, chucrut, kéfir de agua o de coco)
Infusiones de hierbas
Vinagres sin azúcares ni pasteurizados
Miel cruda en muy pequeñas cantidades y de forma ocasional
Obviamente para mejores resultados debe ir acompañado de ejercicio diario, descanso adecuado, estrés controlado y un poquito de sol.
Dietas que pueden ayudarte si padeces una enfermedad autoinmune
Dieta antiinflamatoria
Ésta dieta es muy similar a la mediterránea con la cual se ha podido demostrar que disminuye el riesgo de enfermedad crónica y aumenta la esperanza de vida.Se trata de eliminar e incorporar a la dieta lo siguiente:
Eliminamos :
Lácteos
Incluímos:
Pescado
Aceite de oliva
Fruta
Verduras
Legumbres
Frutos secos
Semillas
Transcurrido de 1 a 3 meses, se puede empezar a integrar los lácteos de nuevo y ver como le sientan al paciente.
Nota informativa: según estudios científicos ésta es la dieta que deberían seguir los trabajadores que realizan guardias o jornadas muy largas.
Una dieta basada en vegetales
Según diversos estudios realizados sobre el tema, se ha comprobado que éste tipo de dieta beneficia a la mayoría de personas con enfermedades autoinmunes.Eliminamos :
Gluten
Azúcar refinado y edulcorantes artificiales
Lácteos
Aceites vegetales
Huevos
Café
Granos
Legumbres
Verduras solanáceas (patata, tomate, berenjena, pimiento, morrón…)
Frutos secos
Incluímos:
Vegetales (excepto solanáceas: patata, tomate, berenjena, pimiento, morrón…)
Fruta
Algunas personas podrían tolerar mejor los vegetales cocinados, ya que el proceso rompe muchas de las moléculas más grandes (que pueden suscitar reacciones inmunes en personas sensibles).
Los alimentos sospechosos se reintroducen individualmente después de que los síntomas hayan disminuido, para determinar qué se puede consumir de forma segura y qué se debe evitar por completo
Dieta sin gluten
El gluten es una proteína que está presente en ciertos cereales, siendo más y más destacado en el trigo.Su inclusión como dieta en enfermedades autoinmunes es muy clara en la celiaquía, en la cual la ingesta del gluten debe evitarse de forma estricta ya que provoca reacciones graves o muy graves
La avena, es una alternativa al trigo.
En el caso de que no haya una razón médica (como la celiaquía), el gluten debe incorporarse en la dieta de nuevo siempre y cuando no sea un alimento de los que interfieran en la sintomatología.