Aparece conectada con casi cada enfermedad crónica conocida, cardiopatías, cáncer, diabetes, obesidad, autismo y demencia, incluso la depresión.
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Otras enfermedades inflamatorias como alergias, asma, artritis y las enfermedades autoinmunes están aumentando a tasas espectaculares.
Lastimosamente a los médicos se les entrena para eliminar la inflamación con aspirinas, medicamentos antiinflamatorios como el Advil o Motrin, con esteroides y con medicamentos de supresión inmune cada vez más potentes cuyos graves efectos secundarios se dejan sentir en la salud del paciente.
Pero no se les capacita para encontrar y tratar las causas subyacentes de la inflamación en las enfermedades crónicas.
Alergenos ocultos, infecciones, toxinas ambientales, una dieta inflamatoria y el estrés son las causas reales de estas condiciones inflamatorias.
Las enfermedades autoinmunes, en concreto, ahora afectan a más 24 millones de personas, solo en Estados Unidos, e incluyen artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, enfermedad de la tiroides, enfermedades inflamatorias del intestino y más.
Estas condiciones a menudo se tratan mediante poderosos medicamentos para deprimir el sistema inmune, sin abordar las causas que las originan.
Si se desea reducir la inflamación en el cuerpo, hay que encontrar la fuente.
Tratar el fuego, no el humo!
En medicina se enseña sobre todo a diagnosticar las enfermedad por los síntomas, no por sus causas subyacentes.
Medicina funcional, el paradigma emergente del siglo XXI de la medicina de sistemas, enseña a tratar la causa, no sólo los síntomas, se enfoca en la pregunta ¿por qué está enferma? No solamente en ¿qué enfermedad tiene?
El enfoque actúal de los médicos, es suprimir la inflamación con medicamentos, no en buscar y tratar la causa.
Medicina funcional es una forma diferente de pensar sobre la enfermedad que nos ayuda a entender y tratar las verdaderas causas de la inflamación en lugar de encontrar maneras inteligentes para apagarlo.
La medicina como se practica hoy en día es como quitar la batería del detector de humo, mientras el fuego devora la casa!
Condiciones autoinmunes están conectadas por un proceso bioquímico central: Una respuesta inmune fugitiva también conocida como inflamación sistémica que da como resultado un ataque del cuerpo a sus propios tejidos.
Cuando una persona describe cómo curó su enfermedad autoinmune al encontrar y eliminar las causas de la inflamación en su dieta y el medio ambiente, los médicos la consideran como una remisión espontánea.
Frente a un caso médico que rompe los paradigma, los médicos apenas muestran curiosidad y rápidamente lo desdeñan, describiendo como un caso anecdótico.
Historias como estas (y muchas otras) no son anécdotas, una brújula gigante nos apunta en la dirección que deberíamos considerar para encontrar respuestas a nuestros problemas de salud.
En esta entrada, voy a tratar de explicar qué es la autoinmunidad, cómo las espirales inflamatorias fuera de control describen algunas de las causas subyacentes del incendio en el cuerpo y proporcionar ocho medidas para enfriar el fuego de la inflamación y superar condiciones que van desde alergias hasta la artritis o cualquier otra enfermedad autoinmune.
Autoinmunidad: Qué es y cómo se produce
Estamos frente a una epidemia de alergias (60 millones personas), asma (30 millones de personas) y trastornos autoinmunes (24 millones de personas).
Las enfermedades autoinmunes van desde artritis reumatoide, hasta el lupus, pasando por esclerosis múltiple, psoriasis, enfermedad celíaca, enfermedad de la tiroides y los tantos síndromes difíciles de clasificar en el siglo XXI.
Todas estas son condiciones autoinmunes, y en su raíz se conectan mediante un proceso bioquímico central: Una respuesta inmune fuera de control también conocida como inflamación sistémica que da como resultado el ataque del cuerpo a sus propios tejidos.
El sistema inmunológico es la defensa contra los invasores!
Es una especie de ejército interno y tiene que distinguir con claridad los amigos de los enemigos.
Autoinmunidad ocurre cuando el sistema inmunológico se confunde y sus propios tejidos son atrapados por fuego cruzado amistoso.
El cuerpo está luchando contra algo, una infección, una toxina, un alérgeno, un alimento o la respuesta al estrés, y de alguna manera dirige su ataque hostil contra las articulaciones, el cerebro, la tiroides, el intestino, la piel o a veces todo el cuerpo.
Esta confusión inmune resulta del fenómeno conocido como mimetismo molecular.
Los enfoques convencionales no tienen un método para encontrar que moléculas de las células están siendo replicadas.
Curiosamente, los desordenes autoinmunes ocurren casi exclusivamente en los países desarrollados.
La gente en las países pobres sin grandes comodidades, no sufren estas enfermedades.
Nacer y crecer en una granja con muchos animales, también hace menos propensos a tener alguno de estos trastornos inflamatorios. Jugar con la tierra, ensuciarse y exponerse a bacterias e infecciones entrena al sistema inmunológico a diferenciar entre amigos y enemigos.
En los países desarrollados, las enfermedades autoinmune, cuando se toman todas juntas, son una carga enorme para la salud.
Son la octava causa de muerte entre las mujeres, acortando la vida útil del paciente en un promedio de ocho años.
El costo por el cuidado de salud anual de las enfermedades autoinmunes es de $ 120 billones al año que representa casi dos veces la carga económica del cáncer (aproximadamente $ 70 billones al año).
Desafortunadamente, muchos de los tratamientos convencionales disponibles pueden empeorar al enfermo.
Medicamentos antiinflamatorios como el Advil, esteroides, supresores del sistema inmunes como el metotrexato y los nuevos bloqueadores del factor de necrosis tumoral (TNF-alfa, en ingles) como Enbrel o Remicade pueden conducir a hemorragias intestinales, insuficiencia renal, depresión, psicosis, osteoporosis, pérdida de masa muscular, diabetes, por no hablar de las abrumadoras infecciones y del cáncer (1).
Cuando se utilizan selectivamente estas drogas pueden ayudar a las personas a recupera sus vidas, a corto plazo.
Pero no son una solución a largo plazo!
No deben ser el final del tratamiento, sino un puente para reducir la inflamación mientras se identifica y trata la causa de la enfermedad.
Hay otra manera de lidiar con condiciones autoinmunes.
8 pasos para enfrentar las enfermedades autoinmunes
Buscar infecciones ocultas, levaduras, virus, bacterias, Lyme, etcétera, con la ayuda de un médico y tratarlos.
Comprobar la existencia de alérgenos alimentarios ocultos con pruebas de alimentos IgG
Hacerse la prueba para la enfermedad celiaca, que es una prueba de sangre que puede hacer cualquier médico.
Examen de toxicidad de metales pesados. Mercurio y otros metales pueden provocar autoinmunidad.
Curar el intestino. Para obtener más información, ver en mi blog sobre el síndrome de intestino irritable.
Utilizar nutrientes como aceite de pescado, vitamina C, vitamina D y probióticos para ayudar a calmar la respuesta inmune natural.
Hacer ejercicio con regularidad, es un antiinflamatorio natural.
Prácticar la relajación profunda como yoga, respiración profunda, biorretroalimentación, masaje, porque el estrés empeora la respuesta inmune.
Seguir estos pasos, te permitirá notar como empiezas a sentir menos inflamación. Como he dicho antes, las respuestas están justo en frente de uno mismo.
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Tratar las causas subyacentes de la enfermedad, permitirá que comiences a recuperar la salud perdida.
Ahora me gustaría saber de ti…
¿Te han diagnosticado con una enfermedad autoinmune?
¿Cómo te trata el médico?
¿Te sientes frustrada por las respuestas del médico?
¿Qué medidas han tomado para llegar a la raíz del problema, y ¿cuáles han sido sus resultados?
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