El punto G es real
El punto G es una pequeña región en la vagina que, de ser estimulada, puede producir orgasmos intensos. Hace décadas, era difícil encontrar una fuerte evidencia de la existencia de esta región que el lugar en sí. Sin embargo, en 2008, un equipo de investigadores italianos encontró diferencias anatómicas entre las mujeres que podían tener orgasmos del punto G y las mujeres que no, al parecer solucionando el misterio.
El cerebro se apaga
Según la sabiduría popular, las personas no pueden pensar con claridad cuando tienen relaciones sexuales, pero lo que sí está confirmado es que cuando la mujer tiene un orgasmo, la mayor parte de su cerebro se apaga. Un estudio de escaneo cerebral mostró que muchas áreas del cerebro de las mujeres fueron desactivadas durante el orgasmo, incluidas las que intervienen en las emociones. El efecto fue menos representativo en los hombres, pero eso puede deberse a que los orgasmos masculinos son tan cortos que son difíciles de detectar en un escáner cerebral.
Muchas mujeres no pueden tener orgasmos
La disfunción sexual femenina es tan común que la idea misma de que es un desorden médico ha sido objeto de críticas. Si casi la mitad de la población femenina tiene este problema, ¿significa que nuestra sociedad es disfuncional? Aun así, los esfuerzos para desarrollar fármacos especializados están en marcha. El fármaco contra la impotencia Viagra ha tenido resultados mixtos en las mujeres, pero hay muchas otras vías de tratamiento que explorar.
Los genes afectan la frecuencia del orgasmo
De acuerdo con el primer estudio genético del orgasmo femenino, hasta el 45 por ciento de la variación en la capacidad de las mujeres para tener orgasmos podría recaer en los genes. Muchas mujeres no tienen orgasmos durante el coito ni la masturbación y esto puede estar influenciado por factores externos, como la educación, pero el estudio mencionado mostró que el factor genético es significativo.
La tecnología puede ayudar
Tal vez la solución más extrema sea el llamado “orgasmatron”, un implante insertado en la médula espinal, que estimula al usuario cuando se enciende a través de un mando a distancia.
Algunos misterios permanecen
El orgasmo femenino es un rompecabezas para los biólogos evolutivos. No está claro por qué las mujeres deben tener orgasmos después de todo, y es particularmente desconcertante que muchas mujeres son incapaces de tener orgasmos durante las relaciones sexuales con penetración, pero capaces de tenerlos mediante la masturbación. Según algunos estudiosos, los orgasmos femeninos pueden ser un accidente evolutivo al igual que los pezones masculinos, que persisten porque simplemente no hay una buena razón para deshacerse de ellos.