Hay veces en que es imposible no sucumbir a la pena. La semana pasada fue así. Se siente como si una serie de fantasmas atormentadores convergieran en el mismo lugar, en el mismo momento y cuando tu ánimo no es el mejor. Entonces te caes, te quedas abajo y como sucede a veces, aparece que la mejor opción es quedarse ahí, escondid@ hasta que la tormenta amaine un poco.
Cada día de la semana pasada fue un golpe. Pero en honor a la verdad cada uno de estos golpes llevaba consigo un signo de grandeza, de crecimiento, de lección. Pero eso es algo que se aprecia mejor después, no cuando uno solo quiere llorar, dormir y olvidar que el mundo sigue.
En función de ello tengo que hacer una reverencia a la gente que vive con depresión. Realmente es algo muy duro, muy doloroso. Y la verdad es que yo solo he estado de paso, solo por eso puedo decir, que la gente que vive una buena parte de su vida en ese lugar, se merece todo mi respeto, mi amor.
Quise decir, salir de la pena, porque este post es sobre métodos simples, sencillos y concretos que me han salvado a mi y a otros cuando no he podido salvarme sola. Yo se que esta lleno de libros, blogs, técnicas, etc que te prometen la felicidad, pero este es más bien un manual de rescate, un mapa de últimos auxilios, tan simple que si la depre te ataca cuando menos lo esperas, tengas un kit preparado aunque no lo hayas planeado.
Aquí va de lo más simple a lo más difícil:
1-. Una sopita para la mente y el corazón
Una cosa que resulta difícil de integrar es que nuestras penas, angustias, etc, son también un reflejo de nuestra química. Eso se ve afectado por como comemos, dormimos, movemos, etc. Cuando la tristeza, o la angustia ya se instalan, algo que salva casi milagrosamente, es una buena sopa de avena. Es tan fácil que se puede preparar solo con unos trozos de verduras (zapallo italiano, cebolla, zanahoria y sal) más 4 cucharadas de avena en 400 ml de agua. Lo hierves, esperas a que espese y en menos de 10 minutos, esta listo. Lo he probado. Se que funciona porque la avena entre las cualidades increíbles que tiene esta la de ser un bálsamo y un regulador del sistema nervioso. Tener ese amorcito sopero ayuda, y mucho.
2-. Agua por dentro y por fuera
Tan sabido es que somos casi pura agua y tanto que no sabemos como utilizar ese conocimiento. El agua ayuda de mil maneras. Existe incluso una terapia exclusivamente a base de tratamientos con agua en todas sus formas que tiene asombrosos resultados.
Una de las cosas que suceden cuando tenemos pena es que nuestra agua se ve profundamente afectada. Eso lo comprobó ampliamente el señor Emoto (quién muy recientemente dejó su cuerpo. Bendiciones y agradecimientos para usted! Aum Tat Sat!) y es por lo tanto vital, que cuando toda nuestra agua este vibrando en esa frecuencia de emociones de bajón, podamos transformarla, moverla, cambiarla. Tomar mucha agua, es de gran ayuda. De manera urgente darse una ducha. Pero quizás el método más efectivo es el de la fricción fría. Esta técnica famosa en naturopatía tiene incontables beneficios, entre los que esta el de calmar y renovar el sistema nervioso ayudando a la eliminación de toxinas. Consiste en pasar una toalla mojada fría y sin gotear por el cuerpo. Después de frotar el cuerpo entero se debe entrar en calor, ya sea volvendo a la cama SIN SECAR, o vistiéndose para hacer un poco de ejercicio. Entras en calor y ya está. Les dejo el link con la explicación.
3-. Camina y Abraza… un árbol
Entre las hojas de los árboles pasan los rayos de sol, y nuevamente esos pequeños rayitos desmenuzados entran en nuestra piel directamente gracias a la filtración hecha por las hojas y toda esa vitamina D ingresa para aliviar nuestra tristeza. Te acercas al árbol y le agradeces infinitamente por su firmeza, su paciencia su larga presencia y generosidad al tiempo que lo abrazas y te permites sentir agradecimiento. Profundo y silencio solo del árbol y sus hojas y el sol.
4-. Llora y que se escuche… aunque solo sea un poquito
Esto pareciera un despropósito, pero mucha gente que sufre de depresión profunda le cuesta mucho llorar. Existen 4 mecanismos en el cuerpo que nos permiten botar, drenar cualquier cosa que este causando desordenes y malestares en nosotros: llorar-lágrimas, sudor, ir al baño a hacer caca y el orgasmo. Muchas veces la gente esta tan sobrecargada que no siente alivio al hacer estas cosas, eso también sucede y se debe a una especie de “tapado” de los métodos de descarga. La manera más efectiva de afrontar este problema es el método de la fricción fría sugerido en el número 2. Pero si no estas con este “tapado”, y estas muy triste, llora. Que nada te impida tener ese drenaje y muy, muy, muy importante, emite un sonido. No llores silenciosamente, con la garganta apretada, llora con un quejido aunque sea pequeño, porque ese sonido que sale, que se escucha es un signo de que alguien te puede escuchar: tu misma/o. La mejor manera de acompañarse en la pena es poder hacer un sonido que tu puedas soltar en el viento.
5-. Sirve al que sufre
Para salir de ese lugar donde tu sufres, encuentra a otros que están como tú. Si ayudas a ese otro a estar mejor, es como si te lo hicieras a ti. Realmente es así. No tengo ahora suficientes palabras para hablar del milagro que ocurre cuando empiezas a hacer servicio: una alegría rara surge desde adentro, una fuerza, una compañía. Para hacerlo también les dejo un enlace para uno de los servicios más sencillos que existen: dar alimento a personas en situación de calle.
Cuéntame como te va con estas recomendaciones. Me encantaría saber como estás pasando estos días y cuales son las recomendaciones que tu tienes para cuando la tristeza te acecha.
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