Es cierto. No puedes equivocarte demasiado cuando corres.
Pero eso no significa que no hay muchos errores que puedes hacer si tu meta es correr más rápido, mejor y más fuerte, para continuar haciendo progresos, para evitar lesiones, y para todavía estar fuerte para correr muchos años más por venir.
Vamos a aclarar los errores más comunes al correr, por lo que puedas tener un camino libre de obstáculos para hacerte una corredora más asombrosa.
Ignorar las lesiones o las enfermedades
Es cierto, cuando tomas un descanso eres más probable de convertirte en una sedentaria, pero eso no significa que no debas tomar un tiempo libre cuando lo necesitas.
Tanto las enfermedades como las lesiones requieren de descanso si vas a hacer una recuperación completa y veloz.
Correr con una enfermedad o una lesión puede a menudo extender el tiempo que te tome el recuperarte – no solo por unos cuantos días sino por semanas e incluso meses.
Y si estás lesionada – arriesgas a que tu lesión no sane apropiadamente.
Hacer demasiado, demasiado pronto
Evita los excesos porque son terribles.
Los corredores principiantes tienden a volverse entusiastas en exceso y emocionados acerca de correr o piensan que no están mejorando lo suficientemente rápido, y por eso a menudo terminan yendo demasiado lejos, demasiado rápido, demasiado pronto.
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Pero más es mejor no siempre es cierto cuando se trata de correr. Hacer demasiado muy pronto, puedes causar el riesgo de desarrollar lesiones por sobre uso.
O tu interés se desvanece y terminas rindiéndote. No vas a estar fuera de forma en 4 semanas, y no vas a volver a ponerte en forma en 4 semanas.
Todas las cosas buenas toman su tiempo.
Correr no es acerca de sufrir y atormentarse. Correr debería ser de algún modo desafiante, pero también disfrutable.
Si recién estás comenzando, se un poco más conservadora de lo que creas necesario con respecto a que tanta distancia, que tan a menudo y que tanto debas correr.
Mala postura
Correr es sencillo.
Después de todo lo has estado haciendo desde que eras una bebé.
Pero eso no significa que estas corriendo de la manera que hará que obtengas las mejores recompensas, es decir, corriendo eficientemente, o corriendo de una manera que minimice la dolencia muscular y las lesiones. Siempre hay una manera de hacer las cosas mejor.
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Cuando corres quieres evitar el inclinarte hacia adelante y el jorobarte.
La buena postura de correr puede ser resumida de forma muy sencilla. ¡Corre derecha!
Y evita la tentación de dar grandes zancadas, porque colocaras un esfuerzo extra en tus rodillas.
Ignorar tus debilidades
Los corredores aman correr.
Pero la mayoría de los corredores solo hacen el tipo de carrera que disfrutan más. Todos los corredores tienen fortalezas. Todos los corredores tienen debilidades.
Algunas de nosotras aman mantener nuestras carreras cortas, dulces e intensas, mientras que otras aman correr lento, largo y a paso estacionario.
Bien seas una persona que ama la velocidad, la resistencia o algo en el medio, identifica tus fortalezas y debilidades y úsalas para maximizar tu desempeño.
Para que te conviertas en una corredora completa, necesitas trabajar en tus debilidades.
¿Cuáles son tus debilidades? A menudo las cosas que disfrutas menos.
¿Odias correr por colinas? Tal vez necesites trabajar en tu fuerza.
Incorporar una rutina de entrenamiento de fuerza y algo de carreras por las colinas.
¿Te cansas al final de una carrera larga? Tal vez necesitas trabajar en tu resistencia. Trata de añadir algunas carreras largas.
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Añade unos intervalos a tu carrera. Tu tipo de cuerpo también puede ser una pista con respecto al tipo de corredora que eres.
Los ectomorfos por ejemplo tienden a ser corredores a larga distancia, mientras que los mesomorfos tienden a amar la velocidad y a gustarles mantener sus carreras cortas.
No necesitas hacer mucho. Los entrenamientos que se enfocan en tus debilidades son difíciles de manejar, mental y físicamente.
Por eso mantén esos entrenamientos cortos y poco frecuentes. La mayor parte de tu entrenamiento debe enfocarse en tus fortalezas.
Es algo que disfrutas. Es algo en lo que eres buena. Y es lo que vas a hacer. Solo no ignores tus debilidades totalmente.
No establecer metas
¿Por qué corres? ¿Es para ponerte en forma o para perder peso? ¿Tal vez quieras sentirte más saludable?
¿O tal vez quieras correr una carrera? Todas estas son unas metas geniales, pero son muy generales.
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Necesitas expandirte. Tu meta debe ser algo que estés procurando, debería mantenerte motivada y darte el enfoque de entrenamiento semana tras semana, mes tras mes y año tras año.
Por eso, establece metas inteligentes.
Metas que sean especificas, medibles, alcanzables, monitoreadas y limitadas en el tiempo.
Hacer que tus objetivos de carrera sean así puede hacer una gran diferencia entre simplemente querer alcanzar algo y realmente alcanzarlo.
Una meta inteligente para correr puede ser algo como Quiero mejorar mi marca personal en el maratón por 2 minutos en el curso de 5 meses, o Quiero correr 30 minutos continuamente en 2 meses.
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