Balancear un pH demasiado alcalino o básico
Vinagre de manzana: El vinagre de sidra de manzana es ácido, por eso nos sirve para equilibrar el pH demasiado alcalino. Tiene la capacidad de eliminar bacterias, virus, protozoos, y favorece la recolonización de bacterias buenas en el intestino y la vagina. Esto ayuda a reestablecer el estado de equilibrio y mantiene bajo control a los microorganismos indeseados. Se puede consumir en forma de aderezo a diario o como bebida mezclando un poco de vinagre con agua y miel. Para su aplicación en la vagina se recomienda preparar una mezcla con agua (no uses el vinagre puro) y tomar un baño de asiento durante varios minutos, o empapar una almohadilla para colocarla sobre la abertura vaginal y dejarla actuar por varios minutos. Puedes repetir estos pasos de 5-7 días.
Yogur: El yogur contiene lactobacilos, una bacteria muy beneficiosa que ayuda a combatir las malas bacterias y a mantener el pH vaginal en valores óptimo. Comer yogur con regularidad puede evitar que tu entorno vaginal se vuelva demasiado básico. También lo puedes utilizar tópicamente para curar una infección por levaduras o la vaginosis bacteriana. Vale aclarar que aquí nos referimos al yogurt que no contiene azúcar ni aditivos de ningún tipo. Se puede aplicar en la vagina con ayuda de un tampón o una almohadilla sanitaria, dejando actuar por una o dos horas.
Probióticos: Los suplementos probióticos ayudan a equilibrar nuestro pH vaginal demasiado alcalino. Puedes obtenerlos en farmacias en forma de píldoras orales o en forma de supositorios. Para complementar su efecto, puedes incrementar el consumo diario de alimentos ricos en probióticos.
Ajo: Para reequilibrar el pH vaginal con ajo solo debe colocar un diente de ajo pequeño pelado en el interior de la vagina, o triturarlo para preparar una pasta fina que puedas aplicar en las paredes vaginales. Lo mejor es hacer esto antes de acostarse para dejarlo actuar toda la noche. Al principio el ajo puede resultar un poco irritante, pero la piel se acostumbra rápidamente. Al igual que con los otros remedios que hemos recomendado, el ajo se puede usar a través de la dieta diaria. Añádelo a tus comidas siempre que puedas, pero sus propiedades se aprovechan mejor en estado crudo.
Supositorios de ácido bórico: El ácido bórico resulta tóxico si lo comes o lo pones en una herida abierta. Por eso es necesario comprar o preparar tus propios supositorios de aplicación vaginal para obtener los beneficios. La dosis correcta sería un supositorio de 600 mg, aplicado antes de dormir durante 7 días.
Aceite de árbol de té: El aceite esencial del árbol del té es un agente antifúngico y antibacteriano natural, por eso puede ser muy útil para balancear el entorno vaginal demasiado alcalino. Puedes sumergir un tampón en el aceite y usarlo durante la noche, o puedes diluirlo en agua tibia y usarlo para lavar tu vagina diariamente. El aceite de árbol de té es efectivo para combatir el olor a pescado que suele aparecer cuando hay vaginosis bacteriana.
El fenogreco o alholva: Este remedio no sólo reequilibra tu pH vaginal, sino que ayuda a impulsar tu sistema inmunológico para defenderte de posibles infecciones. Para usarlo, puedes poner en remojo dos cucharadas de estas semillas durante la noche y beber la mezcla a primera hora de la mañana en ayunas, o empapar una cucharadita de semillas en agua caliente durante unos cinco minutos, colarla, añadir un poco de miel y beber dos veces al día. También puedes mezclar el polvo de alholva en yogur y comerlo dos veces al día, como ves esto te permitirá aprovechar dos remedios en uno.
Aceite de coco: El aceite de coco virgen tiene excelentes propiedades que nos ayudan a recobrar la buena salud vaginal. Sumerge un tampón en aceite de coco y úsela durante un par de horas. Si lo haces diariamente, tu pH vaginal alcanzará niveles normales y mantendrás a raya cualquier crecimiento anormal de hongos o bacterias.
Peróxido de hidrógeno: El peróxido de hidrogeno no debe usarse puro si quieres aplicarlo en la vagina, puede resultar demasiado agresivo. Pero al mezclarlo con agua, por ejemplo una cucharadita de peróxido en una taza de agua, su uso es seguro. Empapa un tampón con esta mezcla y colócalo dentro de la vagina para que actué por unos 20 minutos. Hasta aquí hemos visto 9 remedios que pueden funcionar para equilibrar un pH vaginal que se ha tornado demasiado alcalino, pero hay casos en los que ocurre todo lo contrario, es decir el pH se vuelve muy ácido.
Existe una condición, conocida como vaginosis citolítica, donde la vagina se convierte en un ambiente muy ácido debido un exceso de lactobacilos. A menudo este problema es confundido con una infección por levaduras o la vaginosis bacteriana, pero en realidad es todo lo contrario. Los síntomas más comunes son enrojecimiento y picor vaginal, flujo vaginal delgado y acuoso o flujo de consistencia muy gruesa, molestias al tener relaciones sexuales y al orinar. De ahí que muchas personas se equivoquen en el diagnóstico.
Sea cual sea la causa de tu acidez vaginal, aquí tienes dos alternativas que pueden ayudarte a equilibrar el nivel de pH en valores normales.
Bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio es una sustancia muy alcalina. Lo puedes utilizar en forma de baños de asiento, mezclándolo con agua tibia. Permanece sentada dentro de esta solución durante 30 minutos, repitiendo varias veces en la semana.
Eliminar el azúcar: Se ha demostrado que eliminar el consumo de azúcar por completo ayuda a recuperar el pH vaginal normal mucho más rápido. Vale la pena hacer un esfuerzo durante varios días para equilibrar la flora vaginal. Una vez que hayas logrado esto, se recomienda mantener un consumo de azúcar lo más bajo posible. Si has sido diagnosticada o has descubierto con un kit de venta libre que tu pH vaginal está fuera de equilibrio, escoge alguno de estos remedios, según sea el caso, y pruébalo durante varios días. Si al cabo de ese tiempo no has notado mejoría, debes acudir al médico. Recuerda que muchas veces los síntomas vaginales pueden deberse a causas más serias que un desequilibrio en el pH vaginal
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