Creo que el potencial que tiene cada persona para cambiar su vida es ilimitado y que a lo largo de nuestra vida estamos en constante aprendizaje y desarrollo personal, por lo cual nunca es tarde para mejorar.
Como diría la filosofía japonesa Kaizen (la cual merece algún artículo completo, que escribiré más adelante) si nos lo proponemos podemos estar en constante mejoría ¡Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy! y así continuamente… Por supuesto con algún altibajo, pero siendo cada vez una versión mejorada de nosotros mismos.
10 pautas para convertirte en la mejor versión de ti mismo.
En el artículo de hoy me gustaría presentar en 10 putos la filosofía que pretendo transmitir en el blog y aquella que considero adecuada para que el día de nuestra muerte pensemos que nuestra vida a merecido la pena.
1. Haz con tu vida algo que merezca la pena
La sociedad, nuestra familia, nuestro entorno, etc… condiciona mucho la manera en la que somos y vivimos.
En ocasiones vivimos a un ritmo tan automatizado que ni siquiera nos planteamos si aquello que estamos haciendo es realmente lo que queremos hacer o sí simplemente estamos siguiendo una inercia que en algún momento nos han dado pero que ya ni tiene ningún sentido, ni nos hace felices.
Probablemente sólo tengamos solo una vida así que mas vale que hagamos con ella algo que merezca la pena.
Probablemente tengamos solo una vida así que mas vale que hagamos con ella algo que merezca la…
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Así que sal de la rueda de hámster cuanto antes y comienza a construir tu propio destino, ese destino que quieres, ese que tú mismo has elegido.
Te recomiendo echarle un vistazo a este artículo:
¿Qué estás haciendo con tu vida?
2. Cambia tu forma de pensar y cambiará tu mundo
Nuestros pensamientos son los principales responsables de nuestras emociones. Haz una sencilla prueba: Cierra los ojos y durante 5 minutos ponte a pensar las cosas buenas que tienes en tu vida y muéstrate agradecerlo por ello ¿Cómo te sientes?.
Ahora cierra los ojos y durante 5 minutos ponte a pensar en las cosas negativas que tienes en tu vida o que te han pasado, en aquello que te gustaría tener y no tienes ¿Cómo te sientes?. Sin embargo, tu vida es la misma en las dos situaciones ¿no?
No es la realidad la que termina como nos sentimos, sino como nosotros interpretamos esa realidad.
No es la realidad la que termina como nos sentimos, sino como nosotros interpretamos esa realidad.
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La forma de pensar es un hábito que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida y que por lo tanto es susceptible de ser cambiado. Si llevas mucho tiempo pensando de forma negativa es lógico que automáticamente te salga pensar de forma.
Imaginemos una habitación en la que la luz se enciende y se apaga con dos botones. El botón verde es para encender la luz y el botón rojo para apagarla. Esto lleva así durante 20 años y un día hay una avería y tienen que cambiar los botones. A partir de ahora el rojo sirve para encender la luz y el verde para apagarla.
Aun conociendo el cambio realizado en el funcionamiento de los botones ¿Cómo crees que intentará encender la luz las primeras veces alguien que entre a esa habitación?
Considero que alguien que lleve 20 años encendiendo la luz dando a un botón verde aunque estos botones cambien su funcionamiento es normal que las primeras veces se equivoque y siga encendiéndola en el botón verde ¿no? Suponemos que después de una serie de ensayos y pasado un tiempo esta persona ya no tendrá ni que pensarlo para pulsar el botón en rojo para encender la luz.
Pues exactamente ocurre lo mismo con la manera de pensar, si a alguien que lleva interpretando la realidad de forma catastrófica durante un periodo elevado de tiempo le pedimos que deje de hacerlo, lo más probable es que al principio no le salga, pero si no desiste en el intento pasado un periodo de tiempo y un entrenamiento, le saldrá hacerlo de forma automática.
Si aún no lo has hecho te recomiendo descargar el ebook “10 pequeñas pautas para generar un gran cambio en tu vida” donde hablo de maneras detenida sobre como cambiar nuestra forma de pensar a una más adaptativa y objetiva que nos haga sentir mejor.
Si cambias tus pensamientos, cambias tus emociones. Si cambias tus emociones, cambias de actitud. Si cambias de actitud cambias tu vida y si cambias tu vida cambias tu destino,
3. No te asustes de tus emociones.
Tenemos la mala costumbre de asustarnos de nuestras propias emociones. Nos da miedo sentirnos tristes, nos da miedo sentirnos frustrados, e incluso nos da miedo nuestra propio miedo.
Sin embargo, las emociones son como una cascada, si dejas caer el agua del arroyo, una vez que haya caído toda, la cascada cesará. Cuando te sientas mal, simplemente observa tu propia emoción, observa sus síntomas, ponle un imagen, un color, un olor, una textura, obsérvala sin alimentarla con pensamientos negativos, déjala fluir y pasará.
Acéptala tus emociones, escúchalas y aprende de ellas. Todas las emociones cumplen alguna función y gracias a ellas el ser humano a logrado sobrevivir hasta nuestros días, así que, no dejemos que se enquisten, no alimentemos las emociones negativas y simplemente dejémoslas fluir.
4. Aprende siempre algo nuevo.
Si alguien me preguntara en qué consiste la vida diría que en estar en continuo aprendizaje. Cuantas más cosas aprendas mejor te sentirás contigo mismo y con el mundo que te rodea. No dejes que pase un solo día sin aprender algo nuevo. Aprende de cada persona que conozcas, de cada lugar al que vayas, de que cada libro que leas. Aprende de las buenas experiencias, pero estruja hasta el máximo las malas.
Aprende de las buenas experiencias, pero estruja al máximo las malas.
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5. No evites los problemas
Mantén una actitud activa siempre. Me atrevería ha decir que la mayoría de los problemas que tenemos se deben a que evitamos afrontar muchas cosas. Cuando algo nos da miedo o no sabemos hacerlo, tendemos a evitarlo generando en la mayoría de los casos un problema mayor.
Sinceramente creo que si pensáramos menos y actuáramos más seguramente nos iría mejor la vida.
6. El cambio depende de ti.
Me encantaría decirte que todo en la vida depende de ti, pero te estaría mintiendo. Hay muchas cosas que no nos gustan pero que no podemos cambiar y por lo tanto no nos queda mas remedio que aceptarlas.
Pero si tuviera que decir una sola cosa de todas las que he aprendido en mis experiencia como psicóloga es que las personas cambian cuando quieren cambiar. Si tienes una actitud positiva conseguirás muchas mas cosas de las que puedas imaginar.
Hay que tener serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar, valor para cambiar las cosas que se pueden cambiar y sabiduría para conocer la diferencia.
7. No busques la felicidad en las cosas materiales.
Una casa nueva o un coche de último modelo solo te pueden aportar una felicidad con fecha de caducidad. ¿Te acuerdas del juguete que tanto ansiabas para reyes y que a los pocos meses acababa en el fondo del cajón?
Busca la felicidad en experiencias, en relaciones, en emociones, en recuerdos, en cosas, que de alguna manera formaran parte para siempre del libro de tu vida.
Afronta tus peores miedos y desaparecerán. La única forma de vencer en miedo es afrontarlo exponiéndote a él. Cuanto más lo afrontas mas fuerza pierde hasta que al final desaparece.
Vive el presente. Pasamos tanto tiempo pensando en cosas del futuro que lo mas probables es que nunca ocurran y lamentándonos por cosas del pasado que olvidamos que el presente es lo único que tenemos.
Cuídate, eres la persona con la vas a pasar el resto de tu vida y mereces tratarte como tal.
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