1. Alivia los malestares y trastornos digestivos, gracias a que posee componentes que actúan como antiinflamatorios. Está especialmente indicado para cólicos gástricos o dolores de tipo espasmódico. También se emplea para regular el tránsito intestinal, las flatulencias y los gases.
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2. Protege los huesos y los dientes. El té de rooibos posee magnesio, calcio y flúor, ingredientes fundamentales para evitar problemas en los huesos o caries en tu boca.
3. Evita el envejecimiento prematuro y combate la aparición de radicales libres ya que posee gran cantidad de antioxidantes entre los que se destacan la vitamina C y flavonoide.
4. Previene los problemas en la piel como el eccema o las irritaciones en general, por su alto poder antioxidante.
5. Es un complemento ideal para personas con problemas de cálculos renales que tienen prohibido el té, ya que éste no contiene ácido oxálico.
6. Protege el corazón, regula los niveles de colesterol y la presión arterial, gracias a su aporte en quercitina.
7. Te ayuda a perder peso ya que evita la retención de líquidos. Conoce aquí 10 infusiones ideales para adelgazar.
8. Regula los niveles de azúcar en la sangre, por lo que se aconseja su consumo frecuente en personas diabéticas.
9. Actúa sobre el sistema nervioso central, gracias a la cantidad de minerales que aporta. Por esta razón se le atribuye propiedades para prevenir el insomnio, el mareo, la fatiga crónica o el cansancio mental.
10. Evita el estrés, pues impide la producción de una hormona llamada cortisol, responsable de producirlo. Además, ¡te ayuda a descansar mejor cada noche! ¿A qué esperas para probarlo si no lo has hecho ya?