Los peligros de la soledad
Con el tiempo, todos estos factores que nos han llevado a estar y a sentirnos solos, pueden hacernos caer en un círculo vicioso en el que cuanto más solos nos sentimos, más buscamos estar solos. Nos aislamos, nos volvemos inseguros, huraños.
Cada vez nos resulta más difícil relacionarnos y por eso cada vez lo hacemos menos, de manera que la propia soledad se convierte en una especie de adicción de la que cada vez nos costará más salir.
¿Qué hacer?
1º.- Como ante cualquier adicción, lo primero es reconocer que tenemos un problema. Reconocer que por mucho que nos acabe pareciendo que solos estamos mejor que mal acompañados, al final este razonamiento es un poco como el de la fábula de la zorra y las uvas, que como no podía alcanzarlas, se consoló diciéndose "bah, no estaban lo suficientemente maduras"
El ser humano es eminentemente social y
la amistad nos proporciona grandes beneficios a nivel psíquico.
Todosnecesitamos expresar nuestros sentimientos,
a alguien con quien compartir las penas y también las alegrías:
curiosamente, así conseguimos que las primeras desaparezcan antes y
que las segundas, en cambio, perduren más en nuestra memoria.
2º.- En segundo lugar, debemos empeñarnos activamente en vencer ese temor social que nos atenaza. Aprovechar cualquier ocasión que se nos presente para conocer gente.
Y no es necesario acudir a actos sociales especialmente importantes, o con gente especialmente interesante: basta con integrarse en cualquier asociación con cualquier nexo en común, para ir venciendo la pereza en la que acabamos cayendo.
Hemos de buscar excusas para salir de casa,
para hablar con los demás aunque sea de cosas banales:
lo importante es practicar nuestras habilidades sociales.
3º.- Tener a alguien de quien ocuparnos, también es un buen recurso para evitar la soledad, además de hacernos sentir también más capaces.
Y es que tener a alguien a quien querer? ¡nos hace querernos más a nosotros mismos!
Colaborar en actividades de voluntariado,
cuidar a nuestros nietos si es que hemos llegado a esa edad en la que los sentimientos de soledad nos invaden con más frecuencia?
Incluso tener una mascota, ese gran alivio para la soledad.
Porque un animal de compañía nos aporta exactamente eso: compañía.
Nos ayuda a expresar nuestros sentimientos, suple la falta de contacto e interacción humana positiva, y nos enseña también a ser más empáticos.
Algunos adoramos a los gatos (http://silvestreandcompany.blogspot.com.es/ ) pero?
si los perros tienen el "inconveniente" de tener que sacarlos de casa todos los días,
también es verdad que esto se convierte en una ventaja al obligarnos a salir de casa y acudir a espacios donde inevitablemente nos encontraremos con gente con la que podemos entablar conversación.
Es más? ¿quién no ha escuchado decir alguna vez lo mucho que se liga paseando al perro?
El actor Edward Norton. Imagen retocada por Adarve Photocollage
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