El equilibrio entre la formación y la resorción de los tejidos óseos se modifican en función de la edad. La formación supera la resorción en los períodos de crecimiento en los niños, incluyendo la adolescencia, se estima que la masa ósea máxima es alcanzada entre los 18 y 25 años de edad. De acuerdos con los especialistas, la resorción de los tejidos óseos es la disolución o desintegración del propio tejido y la absorción del mismo por la sangre en forma de calcio y otros minerales. Aproximadamente entre los 40 y 50 años de edad, es normal que se incremente la pérdida del tejido óseo para la mayoría de las mujeres, principalmente después de la menopausia cuando los niveles de estrógeno se reducen drásticamente.
Los huesos están formados principalmente por tres principales componentes:
1.- El colágeno: que es la proteína que proporciona a los huesos flexibilidad y fortaleza.
2.- Los complejos minerales formados por calcio-fosfato, que se localizan en las brechas entre el marco de trabajo del colágeno, lo que hace que huesos sean más resistentes y fuertes.
3.- Las células óseas vivas que requieren un constante reemplazo con objeto de que no se debilite el tejido óseo.
De acuerdo con diversos estudios recientes, la deficiencia de calcio no es la única razón de la mala salud de los huesos, la Osteoporosis, que literalmente significa “hueso poroso”, es una enfermedad que produce la progresiva pérdida de masa ósea y el deterioro del esqueleto generando huesos frágiles y más propensos a sufrir probables fracturas. La enfermedad suele pasar inadvertida durante muchos años, ya que no presenta síntomas ni dolor, hasta producirse alguna fractura. Cualquier hueso puede verse afectado, sin embargo las fracturas más comunes se producen en la muñeca, vertebra (fracturas vertebrales) o cadera. Con los actuales avances médicos, la osteoporosis es tratable y mejor aún si ésta es detectada a tiempo, con la combinación de cambios en el estilo de vida y tratamientos médicos adecuados, el riesgo de fracturas pueden reducirse significativamente.
Otra de las formas de resorción ósea es el atrofiamiento de los huesos por falta de estímulo muscular, esto es, la falta de actividad física o ejercicio; es prueba de lo anterior, el adelgazamiento de la masa ósea que sufren los astronautas que han sido sometidos a una larga estadía en las estaciones espaciales, lo cual explican los expertos es debido a la ausencia de la fuerza de gravedad, la musculatura esquelética deja de contraerse lo suficientemente para realizar los movimientos normales que el cuerpo ejecuta cuando está sometido a la fuerza de gravedad en la tierra.
Consulte regularmente a su Médico para asegurar el cuidado de la salud.