La vesícula biliar almacena y concentra la bilis que se produce en el hígado, el cual está directamente encima de ella. Esta se encarga de liberar la bilis en el intestino delgado para ayudar a digerir los alimentos.
Funciona de la siguiente manera:
Antes de una comida, esta puede estar llena de bilis y del tamaño de una pera pequeña.
Después de las comidas, esta se encuentra vacía y plana, como un globo desinflado.
En respuesta a las señales, se encarga de exprimir el líquido almacenado en el intestino delgado a través de una serie de tubos llamados conductos. Si bien, la bilis ayuda a digerir las grasas, el órgano como tal no es esencial.
La eliminación de este en un individuo sano por lo general no causa problemas observables con la salud
o la digestión, sin embargo, después de operada puede haber un pequeño riesgo de diarrea y mal absorción de grasa.
Algunos factores de riesgo de desarrollar cálculos biliares son:
Embarazo
Obesidad
Diabetes
Enfermedad hepática
Estilo de vida sedentario
Dieta alta en grasa
Así como las personas mayores de 60 años de edad, las mujeres y las personas de ascendencia indígena o hispana por los hábitos alimenticios.
¿Dónde duele la vesícula?
Quienes experimentan la molestia aseguran que se puede llegar a sentir. Dolor repentino y rápidamente intenso en la parte superior derecha del abdomen o dolor en la parte posterior del hombro derecho y entre el omoplato.
Causas de porque duele la vesícula
Una de las causas más comunes de dolor son los cálculos biliares, estos ocurren cuando el colesterol y otras sustancias que se encuentran en la bilis forman piedras. Cuando esta piedra pasa del órgano al intestino delgado o se queda atascada en el conducto biliar causa dolor. En estos casos la extirpación del órgano suele ser necesaria.
También puede ser ocasionado cuando la bilis retrocede en el órgano, provocando que se hinche. Como se ha indicado, los principales problemas son:
Cólico biliar
Colecistitis
Cálculo biliar
Pancreatitis
Colangitis ascendente
Síntomas de la vesícula inflamada
Algunas personas no experimentan ningún síntoma. En los que lo hacen, el malestar puede incluir:
Dolor
Es el síntoma común que se experimenta en la parte superior derecha del abdomen, especialmente después de consumir comidas grasas. Este puede ser leve e intermitente o grave y muy frecuente. En algunos casos comenzará a irradiar a otras áreas del cuerpo, incluyendo espalda y pecho.
Nauseas o vómito
son comunes entre todos los tipos de problemas relacionados con ella. Sin embargo, la enfermedad crónica causa problemas digestivos como reflujo ácido, gases, nauseas y vómitos.
Fiebre o escalofríos
Una fiebre inexplicable significa infección. Esto podría convertirse en una amenaza para la vida.
Diarrea crónica
Ir al baño al menos cuatro veces durante el día es una señal de enfermedad crónica de la vesícula biliar.
Heces y orina inusuales
Las heces de color claro y la orina oscura son signos de un bloqueo del conducto biliar.
Ictericia
La piel teñida de color amarillo es un signo de cálculos.
Los síntomas pueden ir y venir. Sin embargo, es más probable que se desarrolle un problema si no es primera vez que tienes signos leves. Aunque raramente es considerada una enfermedad mortal, cualquier malestar que la involucre debe ser tratado.
Cómo aliviar el dolor de vesícula
Los cálculos biliares y la inflamación pueden causar mucho dolor y deben ser tratados inmediatamente. Sin embargo, hay varios remedios caseros naturales que también se pueden utilizar para prevenir y tratar los cálculos.
Jugo de limón
Controla la producción de colesterol, lo que ayuda a una recuperación más rápida. Además, la vitamina C hace que sea más soluble en agua, lo que promueve una eliminación más rápida de los productos de desecho.
Se recomienda:
Beber jugo fresco de cuatro limones cada día con el estómago vacío.
Posteriormente tomar un vaso de agua.
Alternativamente, puedes beber el jugo de limón mezclado en un vaso de agua tibia.
Continuar durante una semana hasta que los cálculos se eliminen del cuerpo.
Menta
La hierbabuena ayuda a la digestión estimulando el flujo de la bilis y otros jugos digestivos. También se cree que ayuda a aliviar los espasmos y reducir cualquier tipo de molestia aguda.
Hierve una taza de agua
Añade una cucharadita de hojas secas de menta
Retira del fuego, cubre y deja enfriar durante cinco minutos
Cuela y añade una cucharadita de miel
Disfruta del té mientras aun está caliente.
Puedes beberlo entre comidas para obtener mejores resultados. Al menos dos veces al día durante cuatro a seis semanas.
[td_smart_list_end] Dieta para dolor de vesícula
Este es un órgano sensible, y el mantenimiento de una dieta saludable llena de nutrientes ayudan a mantenerlo en perfecto estado de salud. Ciertos alimentos densos pueden proteger y promover su bienestar, mientras que otros aumentan la probabilidad de problemas.
Debido a que puede necesitar que se remueva si no se mantiene en plena salud, llevar una dieta sana es esencial. Por lo que necesitas gran cantidad de vitamina C, calcio o vitamina B. Se cree además, que comer más proteína a base de plantas ayuda a prevenir cualquier malestar.
Para mantener este órgano sano, incorpora los siguientes alimentos en tu dieta:
Pimientos
Frutas cítricas
Vegetales verdes oscuro y frondosos
Tomates
Pescados y mariscos
Productos lácteos bajos en grasa
Granos enteros (pan integral, arroz integral, avena, cereal de salvado)
Nueces
De igual manera, debes evitar ciertos alimentos para ayudar a protegerla. Los más problemáticos son aquellos que son ricos en grasa y altamente procesados. También debes evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Aceite vegetal
Pastas blancas
Panes
Azucares
Grasas trans
Si llegas a necesitar que sea removida, es probable que después de operada experimentes algunos síntomas relacionados con la alimentación que estás llevando. Por lo tanto, después de la cirugía de vesícula también debes evitar:
Alimentos que contengan más de 3gr de grasa
Frituras
Salsas
Cremas
Lácteos enteros (queso, helado, mantequilla)
Carne roja grasa
En su lugar, consume alimentos altos en fibra que sean bajos en grasa. Aumenta tu consumo de fibra lentamente, y comienza con la soluble como la avena.
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